Revista de Guitarras

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Gibson ES 125T

Reflexionando

Según avanzan los años y por lo tanto van quedando menos posibilidades de conseguir una guitarra de las marcas y modelos más populares de los años 60s, y mucho menos 50s o anteriores, se han puesto sobre la mesa modelos que en los  80s o 90s no hubieran interesado a casi nadie y que ahora mismo ya empiezan a tener su demanda.

Dentro de ese grupo entrarían los modelos que compañías como Gibson, por citar la que nos ocupa, pusieron en el mercado orientándolos hacia el segmento de iniciación o de estudiantes y que como digo, empiezan a tener demanda de nuevo 60 años o más desde su fabricación.

Hace poco más de un año Garrett Gretchs embajador internacional de la compañía norteamericana Gretsch Guitars me comentaba: “… a los hipsters les gustan los instrumentos antiguos…” y tal vez algo de razón haya en ello y sea uno de los factores de que estos instrumentos “menores” estén de vuelta.

Es necesario comentar que una guitarra por el simple hecho de que tenga un tiempo considerable no implica necesariamente que tenga unas virtudes sonoras destacables, es decir, todo lo que se fabricó hace 60 o 70 años no es por fuerza especial. Está claro que una Gibson Burst del 59, una Martin pre-war o una Telecaster Blackguard son instrumentos excepcionales, pero también existe material de una calidad decepcionante y aunque lógicamente no tienen precios similares ni de lejos, a quien le interese este tipo de guitarras debe ser consciente de lo que se puede encontrar…  ¡Cada vez quedan menos chollos!

Llegados a este punto hoy vamos a revisar una Gibson ES- 125T de los 50s. Nos ha sido muy difícil precisar más el año por que la guitarra no nos ha dado ninguna pista más allá de las especificaciones.

La guitarra

La Gibson ES-125T es una guitarra de construcción encolada, thinline con dos agujeros en “f”, se fabricó entre 1956 y 1970. No tiene cutaway, este se añadiría en 1960 en el modelo ES-125TC.

La pala es tipo libro abierto con el frontal en negro y logo en madreperla, las clavijas de afinación 3 en cada lado tipo Kluson vintage con las palometas de plástico blanco. Este modelo ha perdido la tapa del acceso al alma que está ubicada en la pala. La longitud de escala es de 24 ¾”.

El mástil con el perfil en “C”  es de caoba y muy grueso, hay que olvidarse de tocar nada moderno con él, de hecho las técnicas contemporáneas de interpretación no estaban pensadas, ni eran posibles en los 50s, esto es otro rollo. El diapasón es de palorrosa.

Esta unidad que tenemos para probar está retrasteada con trastes médium jumbo, lo que sin duda favorece su confortabilidad a la hora de tocar, un trabajo profesional que no ha dejado notas mudas o áreas oscuras en el diapasón, con un buen ajuste muestra un buen balance.

El cuerpo es thinline con unas medidas  de 16 ¼” x 20 ¼”  y 1 ¼” de profundidad, un tamaño pequeño que sin duda estaba pensado para niños y estudiantes, solo hay que pensar en cuál es el tamaño de las archtops de la época y hay una gran diferencia.

Las maderas empleadas para el cuerpo son arce en la tapa arqueada y caoba para los laterales y el fondo. El acabado es en sunburst a la nitrocelulosa.

La guitarra monta una pastilla  P-90 en la posición de mástil  sujeta a la tapa con las llamadas “dog ears” por lo que no es ajustable en su altura.  Las piezas polares son de Alnico 5. La 125T llevaba un golpeador tortoise grain en origen, esta guitarra por alguna razón no lo lleva.

El puente es de palorrosa y el cordal de trapecio, no lleva bloque central de ahí que el puente no esté atornillado para su sujeción. Este  es el mayor inconveniente que presentan las guitarras huecas que no lo llevan, el feedback que producen las frecuencias graves cuando se toca a un volumen elevado. Hay diferentes soluciones para esto como ponerle espuma de alta densidad en el interior y fieltros que tapen los agujeros en “f”, aunque pueden variar sensiblemente las sonoridades al no circular el aire libremente en el interior de la caja.

Los botones de control son uno para el volumen y otro para el tono.

Sonido y conclusiones

Lógicamente no es una guitarra versátil en cuanto a sonido, ni siquiera era su intención porque era una guitarra de estudio, sin embargo dentro de los tonos que ofrece suena redonda, rica, oscurita y con un punto vintage bien marcado. Tocando a través de un ampli Henriksen como podéis escuchar en los videos que hemos grabado para este artículo, suena en un contexto jazz de melody chords muy definida y bien balanceada.

Se pueden encontrar en buen estado desde unos 1200 euros y bueno… a veces apetece un caprichito ¿no?…

 

José Manuel López

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