Hendrik Röver
¿Cómo empezaste en la música y con la guitarra en particular?
R: Mi abuelo tocaba la guitarra clásica y de tanto verle supongo que decidí probar.
¿Aprendiste a tocar por tu cuenta, sobre discos y eso o tomaste clases?
R: Los primeros acordes en EGB y luego me tiré unos 4 años con un guitarrista flamenco llamado Ramón Fernández aprendiendo “Recuerdos de la Alhambra “ y sevillanas y tanguillos y demás. De ahí me quedó una digitación más o menos adecuada. De lo demás mas bien poco. Cuando empezó a mirarme mal porque se me escapaban paleo-bendings lo dejé. Después, tocar sobre discos. Cuando te has aprendido los instrumentales de Freddie King ya todo es más fácil. Eso sí, me arrepiento de no haberme obligado a un poquito de solfeo.
¿Cuándo te planteaste ser profesional… llegó un momento o siempre lo habías pensado?
R: Estoy empezando a planteármelo, jaja. No sé, llega un momento en que te das cuenta de que es tu oficio pero me considero más cantautor que guitarrista. Siempre elegiré una buena canción frente a una exhibición de técnica.
Los Deltonos, con ausencias temporales, tienen ya una larga trayectoria ¿Cómo ves tú esa evolución?
R: Nada hubiera sido lo que es si no me hubiera comprado en un viaje a Londres en el 86 o así el “Girls Go Wild” de los Thunderbirds. Antes de eso podía cantar de memoria los 40 superéxitos de Elvis y tenía la discografía completa de Led Zep y de los Beatles pero ese disco me saltó algún relé. Luego descubrí a Albert King y a Freddie y con eso el primer capítulo de Los Deltonos estaba encarrilado. Acabé un poco harto del Blues estándar y de hacer solos sobre el 94 o así y me centré más en hacer riffs. Hice un par de discos sin solos como Hank y a partir de ahí me he centrado en que lo que importa es la canción. Y hasta hoy…
Últimamente verte he podido verte en acústico con Campillo y Bañón, donde fundamentalmente tocaste una Martin y con Deltonos en eléctrico…tus guitarras están muy personalizadas qué puedes contarnos sobre ellas? Alguna lleva un puente muy curioso…
R: Cuando me dí cuenta de que lo de mi vena folk-americana iba en serio supe que tenía que comprarme una buena acústica y mi Martin OM28V es espectacular. En lo que se refiere a eléctricas, nunca he sido coleccionista. Me parece mal tener guitarras que no toques. Mis guitarras principales son dos teles de kit Rockinger que me hice en el 86 y en el 89 y que no me han fallado nunca. Pastillas Rockinger casi siempre hasta que descubrí la Duesenberg Grand Vintage que tiene la mezcla perfecta de grijo y twang.