TC Electronic ND-1 Nova Delay

En este número, dejamos de lado los efectos analógicos y nos pasamos al bando digital. Aunque muchos guitarristas piensan que pocos artefactos digitales pueden alcanzar el tono y la calidez que aportan los efectos analógicos –al menos a precios asequibles- en ocasiones nos encontramos con pedales que nos dejan con la boca abierta. Y este es el caso que nos ocupa.

Parece que la gente de T.C. Electronic, conocidos por ser uno de los referentes cuando hablamos de sistemas digitales, ha querido acercar sus productos a un espectro de mercado más amplio desarrollando la serie de pedales Nova. En ellos tratan de conjugar las ventajas de los sistemas digitales de alta calidad con el respeto al tono propio del instrumento. Si a esto le añadimos un precio realmente asequible para la calidad que ofrece el pedal, nos da la impresión que los daneses de T.C. pretenden darle un importante empujón a su posición en el mercado de efectos compactos. Aunque esto es simplemente nuestra opinión. Centrémonos en como suena el T.C. ND-1 Nova Delay.

Lo primero que nos llamó la atención fue el aspecto robusto y a la vez elegante del pedal. No excesivamente grande para el mundo de posibilidades que ofrece y con los conectores tanto de audio (entrada y salida stereo) como de alimentación (12V/0.3A) en el extremo superior de la carcasa. Inmediatamente los ojos se centran en el display que nos indica el valor de los parámetros al editarlos. Suficientemente grande y luminoso como para no dejarse los ojos al trabajar los settings incluso a la luz del día. Los pulsadores tienen un tacto suave y sus respectivos leds nos indican tanto la activación del efecto como la velocidad de las repeticiones. Muy práctico e intuitivo.

En cuanto a los controles, vayamos por partes. En primer lugar, tenemos los habituales en cualquier delay: Tiempo de repetición, Feed-back y Mezcla de la señal procesada con la señal limpia.
Podemos llegar hasta tiempos de repetición de 2.3 segundos. Para que el rango útil del potenciómetro sea “sensato”, el control actúa a modo de llave de paso. Cuanto más desplazamos su posición respecto al centro más rápido varía. Es un buen sistema aunque, al no ser el habitual, puede costar un poco hacerse con él.
El nivel de feedback, expresado en tanto por cien, nos permite llegar hasta el 120%. Por encima de 100 lo que hacemos es conseguir que el nivel de las repeticiones vaya aumentando paulatinamente hasta obtener una auténtica bola de sonido. Feedback infinito. El nivel de mezcla nos permite obtener desde efectos sutiles hasta conseguir escuchar tan sólo las repeticiones generadas por el efecto.

Los dos controles restantes son los que, en nuestra opinión, destacan a este pedal de otros delays digitales en formato compacto. Podemos controlar el “color” de las repeticiones, desde un delay puramente digital, pasando por sonidos que emulan un delay analógico (disminuyendo la respuesta de agudos en las sucesivas repeticiones) hasta una emulación de eco de cinta, en la que se introduce una apreciable degradación de la señal repetida. Este control está muy conseguido y nos permite obtener texturas muy diversas y, lo más sorprendente, realmente cálidas. Obviamente, no tendría sentido hacerse con este efecto si lo que uno pretende es sonar continuamente con un eco de cinta. Sin embargo, las emulaciones analógicas tienen un nivel realmente elevado. Sinceramente, mayor de lo esperado.

Por otro lado, contamos con la posibilidad de añadir modulación a la señal repetida. Podemos elegir entre 3 niveles de profundidad para este chorus lo que, junto con el control de “nivel de modulación”, nos da un 2 en 1 muy configurable. Según comentan en la web de T.C. Electronic, esta modulación parte de las ideas desarrolladas en el TC2290… y lo cierto es que la calidad de esta modulación le añade un punto más de atractivo al efecto global. Más de uno no podrá apagarlo nunca cuando compruebe la dulzura de esta opción.

El ND-1 trae 6 tipos de delay que incluyen las configuraciones más habituales (slapback o dinamic delay) y alguna aplicación curiosa como el reverse delay. La manipulación de estos modos junto con la opción de configuración totalmente manual abarca el espectro completo de sonidos que un efecto de delay puede ofrecernos. Además, trae 6 opciones distintas de configuración de las repeticiones (Negra, corchea con puntillo, tresillo de corcheas, negra corchea con puntillo, negra tresillo decorchea, y semicorchea corchea con puntillo…). El mismo control con el que seleccionamos el tipo de subdivisión nos permite cambiar las unidades del display de velocidad de delay entre milisegundos o beats por minuto. Ideal para montar temas sobre claqueta o para entrar en el estudio y clavar los tempos. Piensan en todo los chicos de TC.

Lo cierto es que al disponer de tantas opciones para matizar el sonido, este pedal no tendría sentido si no pudiéramos almacenar las distintas configuraciones que creemos. Por ello, disponemos de 9 memorias en las que almacenar nuestros propios programas. En nuestra opinión, más que suficiente para atacar un amplio repertorio de temas.
Y por último, el tap tempo. Una opción casi indispensable en un delay para muchos guitarristas y que nos empuja casi en la mayoría de los casos al empleo de sistemas digitales. En este sentido el ND-1 también ha dado un pasito más ya que, además del sistema habitual de pulsación para marcar el tempo, nos permite fijarlo desde nuestra propia guitarra. Para ello tan solo hay que mantener pulsado el control de tap tempo y tocar un ritmo… que será el que empleará el pedal para ejecutar las repeticiones. Desconocemos si alguna marca más emplea este sistema, pero desde luego nos parece algo muy novedoso y extremadamente útil.
Definir el ND-1 es realmente complicado. No adolece de los defectos que suelen surgir en los sistemas demasiado ambiciosos, que tratan de hacer muchas cosas pero ninguna termina de sonar bien. En este caso, la versatilidad total del efecto va ligada a una calidad de sonido realmente elevada, más aún cuando comparas su precio con los productos que ofrecen las mismas posibilidades. No nos extrañaría que en poco tiempo se convirtiera en un pedal muy conocido. Muy recomendable

David Vie