Fender Stratocaster John Mayer
Hablar a estas alturas de uno de los diseños claves en la historia de la guitarra puede resultar algo pretencioso. Así que desde Cutaway haremos una aproximación con respeto y curiosidad a una guitarra que es un clásico, Fender Stratocaster John Mayer.
En ocasiones muchos músicos poseedores de guitarras muy especiales, vintage, de hornadas antiguas, se encuentran ante el dilema de tener que sacarlas de gira.
El trabajo de estudio resulta fácil, pero para una guitarra añeja los viajes, los cambios de condiciones climatológicas en general suponen un riesgo, en general.
Si la compañía más relevante en el mundo de la guitarra te ofrece la oportunidad de construir un instrumento que reúna o mejore las prestaciones de una guitarra vintage y además plasmar en ella tus especificaciones, es una oportunidad cuanto menos interesante.
Esa colaboración ha surgido entre Fender y John Mayer, tal vez el músico no sea muy conocido en estos lares, pero estamos hablando de una estrella de la música pop en USA, ganador de Grammy y además un excelente guitarrista en el entorno del blues, no en vano es invitado por Eric Clapton para, participar en Crossroads, ello nos da la medida del guitarrista de quien hablamos.
Fruto de esa simbiosis surge la Fender Stratocaster John Mayer Signature, perteneciente a la Artist Series de la compañía norteamericana. Como siempre vamos a desgranar el instrumento y a dar una visión del mismo.
Pala y mástil
Hablando de Stratocaster, una referencia en el mundo de la guitarra, lo lógico es no alterar en exceso los atributos del instrumento salvo para conseguir una adaptación a las necesidades del músico, por lo que nos encontramos con la pala de diseño habitual, el logo es el Spaguetti de los años 50 y las habituales inscripciones de Fender.
En la parte posterior se encuentra la firma del artista. Las clavijas de afinación que monta son estilo vintage de Gotoh y como el resto del hardware, níquel/cromo. El acabado en la parte delantera es “gloss” mientras que en la posterior como en el resto del mástil es “satin”.
El mástil, está realizado en arce y tiene forma de “C”, un poco grueso, de una adaptabilidad muy interesante en forma y en tacto, es muy agradable de tocar, una de las características que más nos han gustado de esta Signature. El radio es de 9.5”. Sobre este mástil se encuentra un diapasón de palorrosa africano y en él 21 trastes Dunlop 6105 Narrow Jumbo.
Esta debe ser otra especificación de Mayer y la verdad es que nos parece una opción acertada en el concepto de guitarra que estamos viendo. Los marcadores de posición son “dot” y están situados en los lugares habituales.
Cuerpo y electrónica
El cuerpo está hecho de madera de aliso seleccionada y también hay disponibles otras opciones que se pueden ver en la web del fabricante. El “pickguard” es el típico de strato de color blanco, la entrada de jack la tiene en la situación convencional de una stratocaster y lleva un puente American Vintage Synchronized Trémolo de seis selletas.
El instrumento monta 3 pastillas Big Dipper single-coil para Stratocaster, esta también es una petición expresa de John Mayer, parten del sonido de las Texas Special pero aportan un mayor empuje en la frecuencia de medios.
Los controles son los propios de este modelo, un control master de volumen y los dos de tono, el primero para la pastilla del mástil y el segundo para la del puente y la central, este segundo control va por cable a la pastilla del puente.
Un switch de cinco posiciones, típicas de este modelo de Fender, finaliza la descripción de la electrónica de esta guitarra.
En la parte posterior del cuerpo y de nuevo bajo las especificaciones de John, se alojan los cinco muelles para el trémolo donde el hueco que los alberga queda al descubierto por la ausencia de tapa, otra especificación más del artista.
Sonido y conclusiones
La guitarra se siente cómoda de tocar, la combinación palorrosa con los trastes jumbo nos parece una buena combinación y el tamaño grueso del mástil resulta de lo más inspirador.
Es difícil a veces aceptar una guitarra que viene con el nombre de un artista, pero en esta ocasión a mi me ha cautivado. La probamos con un Kendrick Black Gold, la guitarra en general y como primera percepción suena increíble, las Big Dipper aportan un equilibrio muy especial a la guitarra, muy equilibrada.
Por un lado los graves están muy presentes y esto está relacionado con la técnica de Mayer a la hora de ejecutar ya que trabaja las cuerdas graves con el pulgar después de atacar de manera percusiva con la mano, sin embargo los graves no enmascaran la presencia de los agudos.
Estos no son especialmente chillones. Si a eso le sumamos el empuje de medios de las pastillas obtenemos un balance muy bueno.
En limpio da unos tonos suaves y aterciopelados y en un canal overdrive o sumándole un tubescreamer, la cosa se desplaza a sonoridades crunch, incluso rockeras con una respuesta muy orgánica. Se puede encontrar timbres que permiten tocar desde blues, blues/rock a rock y además unos tonos limpios perfectos para pop o funky.
En conclusión, la Fender Stratocaster John Mayer es un gran instrumento que no sé si llegará a tener la repercusión que merece y que sin entrar en terrenos custom-shop brilla a una altura importante. ¡Y yo que pensaba que tenía controlado el GAS!
José Manuel López
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