Epiphone Spartan 1945
“Si le pongo unas pastillas Gibson a mi Epiphone ¿sonará a Gibson?” ¡Cuantas veces hemos escuchado esta pregunta de boca de un novato! La ilusión es que una guitarra menor, con un pequeño cambio, se convierta en un instrumento de una mayor categoría como una Gibson. Sin embargo eso no siempre fue así, Epiphone fue durante muchos años un serio competidor de Gibson y libraron duras batallas por hacerse con el liderazgo en el mercado de las guitarras, sobre todo en las décadas de los años 30 y 40, posteriormente hubo todo tipo de vicisitudes.
Haciendo historia
En 1893 nace Epimanondas (Epi) Stathopoulos cuyo padre Anastasios tenía una gran fábrica de violines, mandolinas y laúdes. La familia se traslada a Nueva York años después y en 1915 Epi ocupa el cargo de director y comienzan a vender instrumentos con el nombre comercial de House of Stathopoulo. Era la época del banjo tenor y Epi consigue su primera patente para la construcción de dicho instrumento. En 1923 Epi combina su nombre con “phone”, palabra griega que significa sonido y comienza a usar Epiphone como nombre comercial para banjos. Es al año siguiente cuando se registra la marca comercial Epiphone.
En 1931 Epiphone introduce una línea completa de guitarras archtop con agujero en “f” cuyos modelos principales Deluxe, Broadway y Triumph serán reconocidos como Epiphone durante los siguientes 40 años, siendo además muy cotizados. La historia continua hasta la actualidad, pero nosotros nos vamos a detener aquí porque es en 1945 el año en que se construyó la guitarra que nos ocupa, la Epiphone Spartan, no sin antes decir que también es responsable Epi no sólo de enfocar a la industria en la construcción de guitarras alejándola del banjo y la mandolina, si no también de algunas patentes como el truss-rod, la primera pastilla de piezas polares indivuduales o el Tonexpressor, del que se desarrolló el wah-wah posteriormente. Aunque la mayor aportación fue junto a Les Paul -cuando ambos experimentaban en la fábrica de Epiphone- del “log” o bloque macizo interior en las guitarras para evitar acoples y que lleva a la primera guitarra eléctrica de cuerpo sólido.
Pala y mástil
El diseño de la pala es el habitual de Epiphone en la época, similar al de Gibson, inclinada, matched en nogal bordeada por un binding blanco. En ella se ve el logo de la marca en madreperla y una columna griega también en madreperla a modo de adorno en el centro. En la parte posterior se haya las clavijas de afinación, no originales, situadas tres cada lado sobre una pieza de níquel propio de la época. Una cejuela de hueso dirige las cuerdas a las clavijas.
El mástil es de una pieza de caoba, en “C”, grueso sin exagerar y sobre él se haya un diapasón de palorrosa brasileño, los marcadores de posición son bloques incrustados de madreperla, especificación que se incorporó en 1937 sustituyendo los “dots” que se empleaban anteriormente y se hayan ubicados en los sitios habituales, también se encuentran los puntos negros en el lateral del mástil para ayudar a orientarnos al tocar. Encastrados en el diapasón se encuentran 22 trastes medium en perfecto estado. La unión del mástil con el cuerpo es encolada y es en la base del mástil donde se encuentra el truss road para ajustar el alma.
Construcción y cuerpo
La guitarra es de tapa arqueada, esta es sólida, de abeto y tallada en lugar de laminada, en la época se solían tallar a mano. El acabado es un tobacco sunburst en nitrocelulosa, en buenísimo estado para ser una guitarra de 65 años, que da un aspecto muy atractivo bajo nuestro punto de vista. Tanto la tapa como el fondo van perfilados por un binding blanco. Los aros laterales y el fondo son de nogal, el acabado es oscuro, ya que el color de base del nogal lo es propiamente y deja ver la veta abierta de esta madera. El fondo también es arqueado. En la tapa de ven los típicos agujeros en “f” por donde se proyecta el sonido de la guitarra al tocar con ella, sobre ella se haya un pickguard tortoise. El puente de este instrumento es de palorrosa compensado y se puede ajustar en altura. Por último el cordal es trapezoidal de níquel sujeto al aro. La guitarra carece completamente de electrónica.
Sonido y conclusiones
La guitarra en esta época tiene un papel, generalmente, de acompañamiento en grupos y de base rítmica en bigbands, para lo cual y ante la ausencia de amplificación eficaz, era necesario que estuvieran dotadas de una buena proyección sonora para no quedar ocultas entre el resto de instrumentos y ocupar su plano musical en el conjunto. Esta Spartan no podía ser menos y lo primero que se manifiesta al tocar es la gran proyección de sonido que tiene, sin duda debida al tipo de construcción y al brillo que le otorga el nogal, que es elevado sin llegar a ser arce. La guitarra suena redonda, con agilidad y con un volumen al menos igual a otras de caja con mayor tamaño. Por otro lado resulta cómoda, al menos para los que estamos acostumbrados a las semihollows. La sensación general que produce es muy agradable. Todo un placer tener un instrumento de estas características y edad entre las manos, algo especial.
José Manuel López
Epiphone
Spartan
Tapa tallada de abeto
aros y fondo de nogal
Caoba
Palorrosa brasileño, perfil “C”
Hueso
22 medium
Palorrosa compensado y regulable
Cromado
Tortoise
Tipo Kluson Vintage
obre placa de níquel
Tobacco sunburst
Tex-Mex Guitars
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