Mad Professor Golden Cello
Diseccionamos el último modelo facturado por la compañía finlandesa. Promesas de sonido solista definitivo bajo las premisas propias de la marca es decir, dinámica y un toque sensitivo. ¿Cumplirán lo que prometen?
Hemos tenido la suerte de poder probar el último modelo sacado al mercado por la factoría finlandesa Mad Professor. Lo cierto es que al recibir el pedal y leer la nota publicitaria nos pareció algo pretenciosa, ya que aseguraban que este nuevo pedal nos ofrecía “el sonido que has estado buscando tanto tiempo”. Bueno, eso son palabras mayores, más aún teniendo en cuenta que cada uno de nosotros tenemos un sonido distinto en la cabeza. Desde luego, esta nota despertó nuestra curiosidad para descubrir qué es lo que habían preparado desde el norte de europa de lo que tan orgullosos estaban. Sobre el papel, el Golden Cello es, “simplemente”, un overdrive con un delay incorporado. Siempre es una ventaja ofrecer un sonido que requeriría el empleo dos pedales distintos en uno solo. La desventaja en estos casos es que perdemos la opción de hacerlos funcionar por separado y algo de control sobre los parámetros de los efectos, ya que dispondremos de menos controles. Así que el sonido final ha de, al menos, compensar en parte estas desventajas.
El efecto está diseñado para trabajar sobre el canal limpio de tu amplificador, de forma que te ofrece lo que podríamos identificar como un canal solista. Un overdrive con mucho cuerpo, mucho sustain y con el delay incorporado para darle ese empaque y la amplitud necesaria a tu toque. Todo esto es lo que nos prometen “sobre el papel”. Nosotros lo enchufamos y ….¡¡¡es cierto!!!
Desde luego, la primera impresión no pudo ser mejor. Ahí estaba ese tono característico que tu oído relaciona con la típica guitarra solista. Medios poderosos, graves definidos, agudos presentes pero con contención, un largo sustain… y encima esas repeticiones dándole una envolvente al sonido realmente sorprendente. Bueno, parece que tenían motivos para estar tan orgullosos de su producto.
Si diseccionamos con más calma las posibilidades del pedal, podemos separar las dos partes (Overdrive + Delay). El Overdrive cuenta con los controles clásicos, Drive, Tone y Volumen. El rango de ganancia que podemos configurar con el Drive es bastante amplio, aunque empieza a “rascar” a bajos niveles. Desde luego, no es un Overdrive sutil, sino que tiene vocación de distorsión y tiene niveles realmente potentes cuando superamos el 50-60%. El control de tono nos permite recortar el exceso de agudos generados por la etapa de distorsión y compensar el tono global en función del tono base de nuestro instrumento. Abarca un rango suficiente para encontrar el sonido que busquemos. El control de Volumen regula el nivel de salida global del instrumento. Importante ya que, al estar diseñado para trabajar sobre el canal limpio de nuestro amplificador, deberemos compensar este nivel de salida en función de la ganancia de nuestro ampli. De otra forma, nos podemos encontrar grandes saltos de volumen.
El Delay cuenta con un único control, que actúa como el “Mix” de un pedal de delay. Es decir, regulamos la cantidad de efecto que introducimos en la mezcla. Eso significa que la velocidad de las repeticiones es fija, al igual que el feedback. Sin embargo, podemos regular parcialmente el número de repeticiones aumentando o disminuyendo la cantidad de delay que incorporamos en la mezcla. El sonido que ofrece el delay tiene un tono cálido, emulando la degradación natural de las repeticiones conforme aumenta el número de estas. El circuito está basado en un PT2399, un circuito integrado de delay/echo digital que, a pesar de ello, permite obtener un tono suficientemente orgánico.
Una de las principales cualidades del pedal es que nos ofrece un sonido especialmente inspirador. Aunque parezca mentira, el alto sustain y la gran dinámica que desarrolla el overdrive facilita el toque de la guitarra y hace que se nos pase el tiempo volando cuando lo tenemos conectado. Muy intuitivo en los controles, fácil de ajustar a nuestro gusto y, aunque poco versátil en cuanto a diferentes sonidos, el sonido base del que parte es de alta calidad.
En definitiva, un pedal que merece la pena probar y escuchar si lo que prometen desde Mad Professor se ajusta a nuestro gusto. En nuestro caso, podemos decir que sí..
David Vie
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