Revista de Guitarras

Anthony Wilson entrevista

Anthony Wilson

El compositor Norteamericano Anthony Wilson tiene una amplia carrera como músico acompañante de múltiples artistas, entre estos Gerald Wilson, Diana Krall, Chris Botti, Paul McCartney, entre muchos, muchos otros.

 

Hola Anthony, muchas gracias por aceptar nuestra invitación.

Gracias Cris, me da gusto poder conversar contigo. Lamento que en la última visita de Diana a Bogotá no pude acompañarla para poder conocernos personalmente.

Cuéntanos cómo fueron tus inicios en la música:

Nací en 1968 en Los Ángeles, siempre estuve gravitando en la música, siempre me gustó, siempre en casa estuve en contacto con el reproductor de música, estaba ahí todo el tiempo con la colección de discos de mi padre o madre.

En esa época existía un show de tv llamado ¨Soul Train¨, cada vez que lo veía o algo parecido, me ponía a bailar y a cantar las canciones que pasaban por ahí, siento que la música fue algo que me atrajo desde siempre y que no fue tanto una cosa genética que viniera de que mi padre fuera músico, aunque claramente eso es muy posible.

Creo que puedo decir que simplemente era un niño que amaba escuchar discos y estar cerca de ellos. Claramente hubo otros factores, tuve una profesora de inglés en la escuela, ella tocaba música tradicional y luego decidió abrir una clase de música para lo que mis padres me compraron una guitarra pequeña de cuerdas de nylon que yo era capaz de sostener.

Comencé a ir a las clases y recuerdo que al pasar una semana ya podía tocar acordes como G o C, digamos que tenía facilidad. Eso me motivó mucho, así que comencé a asistir a todo tipo de actividad musical.

A los 10 años entré a algo llamado ¨California Boys Choir¨ , era un coro de nivel profesional, tocábamos con la Filarmónica de Los Ángeles, compañías privadas, muchas cosas, fue una experiencia exepcional, allí aprendí a leer música, aprendí teoría, teníamos campamentos de verano enfocados en el formato, fue un gran fundamento musical. ¿Sabes? Compartí mi tiempo en el coro con Lenny Kravitz, Raúl Pacheco, creímos juntos allí.

Me gustan las artes visuales, pintura, fotografía, para mi fue algo muy natural y lo hacía sin ningún tipo de interés profesional, tocaba música y hacía todo lo demás solo para reunir experiencias.

A los 13 años conocí de forma seria el jazz, ahí me atrapó. Comencé a escuchar tantos discos como me era posible, Wes Montgomery, Dexter Gordon, son algunos que vienen a mi cabeza… me volví adicto a esta música y quise todo el tiempo aprender lo que hacían.

La influencia de mi padre llegó después, el era un tipo muy particular, siempre me motivaba a aprender música pero me decía: ¨La música es algo que debes tomar muy en serio, no debes meterte en esto a menos que vayas a hacerlo de verdad ¨.

Eramos los únicos de mi familia que tocábamos instrumentos musicales.

Una vez notó en mi talento e interés verdadero, comenzó a darme lecciones de construcción armónica, de cómo era el sonido, de cómo se movían las voces y los acordes. Un ejemplo podría ser ¨On Green Dolphin Street¨, mi padre me sentaba con él en el piano y me mostraba los movimientos, los ciclos, el sonido que debía tener la música, cómo conectar las ideas, etc.

Mi padre me mostró todo esto, debo decir que me siento muy afortunado por el y por sus enseñanzas.

 

Anthony Wilson

Anthony Wilson en el estudio

 

 

 

Hablemos de tu primer álbum: Anthony Wilson de 1997: ¿Cómo fue pensado? Como guitarristas podríamos pensar en un formato de trío o cuarteto, ¿por qué un disco, un primer disco con formato tan grande?

Mucho de esto viene de mi padre, el siempre estuvo en formatos de jazz orquestal, big bands y ensambles grandes, siempre me gustó el sonido de la sección de vientos, así que siempre estuve muy interesado.

Durante ese tiempo estaba estaba aprendiendo a escribir para estos formatos, también en cómo arreglar, escribir para vientos, es decir, hacerlo de la manera adecuada.

La música de la época de 1940 y 1950 me atraía mucho, sobre todo la que tenía una guitarra como protagonista, B.B King, T-Bone Walker, ese tipo de formatos con guitarristas en el centro siempre me ha llamado la atención.

Quería experimentar mi interés con los vientos, los arreglos, la estructuración, además en ese momento no tenía una banda específica, tocaba en donde podía y listo.

Mi intención era poner la guitarra en el centro del formato, entonces comencé a escribir arreglos, al mismo tiempo que aprendía a hacerlo y bueno, ya sabes…

De repente ya tenía un número adecuado de arreglos para poder ensayar, entonces comencé a llamar a músicos, pude hacerlo para un sello disquero pequeño en Los Angeles.

En ese momento la gente con la que usualmente tocaba fue la que participó en el disco: Willie Jones III en la batería, Danton Boller en el contrabajo y Brad Mehldau en el piano.

A Brad ya lo conocía hacía tiempo ya que en los inicios de los años 90’s viví en NYC, así que ellos más un grupo de vientos muy serio me ayudaron con la grabación.

Jack Nimitz había tocado con mi padre muchos años antes y tuve la buena suerte de que grabara en mi disco también.

Me gusta mucho el disco, es una combinación de sonidos tradicionales y algunas cosas que se pueden llamar nuevas, es algo curioso ¿sabes? Siempre que escuchas cosas que hiciste hace tiempo tiendes a querer cambiarlas, con este disco me siento muy contento y satisfecho con el resultado.

Algunas de mis favoritas de ese disco con Karaoke, Southern Gentleman (con mi buen amigo Bennie Wallace en el tenor), siento que logramos desarrollar una integración entre lo que debe pasar cuando tienes música escrita y la improvisación, las dos cosas funcionaron bastante bien.

 

Wilson en directo

Anthony Wilson en directo

 

 

 

Hablemos de gear, cuéntanos de tus guitarras:

Hablando del disco anterior, en ese momento no tenía una buena guitarra hollow body, un amigo me prestaba una una ES-345 y con esta tenía que resolver todo, era una guitarra estéreo que tenía un sistema de switching entre pastillas.

Tenía un Super Reverb de 1964 que era totalmente increíble, mi amigo Tony lo compró en una venta de garaje que abrió una iglesia en Los Angeles, el amplificador venía en la caja original, papeles, al parecer lo usaban para amplificar una voz (risas)…

¡Para mí todos los instrumentos son fascinantes! Siempre he tenido una fascinación especial por los instrumentos vintage, los instrumentos acústicos de antes de la segunda guerra mundial, los de los años 50’s, todos me encantan.

Gibson, Epiphone, tuvieron una época gloriosa en esos días, siempre quise tener una de esas.

Como dije antes, un amigo me prestaba su guitarra hollow, yo tenía una ES-175 de los años 80, con un pickup Charlie Christian que era muy ruidoso (hablando del hum), no era tan buena, no fue una buena época para Gibson.

Comencé a estar rodeado de gente que estaba rodeada de instrumentos increíbles, entonces yo tenía muchas ganas de tener una guitarra tipo Gibson vintage que me permitiera ese feel que tanto me gustaba.

En ese momento llegó a mi vida una Gibson Byrdland 1958 Blonde (es la guitarra que toqué en el disco ¨Live in Paris¨ de Diana Krall), cuando fui a probarla nos conectamos de inmediato, 1958 fue un gran año para las guitarras Gibson, antes de las PAF.

La Byrdland es un instrumento muy interesante, es de escala corta, es un poco más amplia en el mástil y es como que sientes que puedes tocar cualquier cosa. La segunda octava es un poco más corta pero la primera es algo impresionante, el feel que tiene es tremendo.

Toqué esa guitarra desde 1998, aún la tengo conmigo, no la saco mucho de gira pero si la uso en mis sesiones. La Byrdland fue muy importante pero aún así siempre estoy en la búsqueda de nuevas opciones, esto porque me fascinan las archtop.

¿Cual es tu guitarra principal por estos días?

Bueno, toco Monteleone, Telecaster, algunas veces la Byrland. Aún quiero tener una ES-175 así que tengo los ojos abiertos, no tengo tampoco una 335, pero en realidad quiero las dos, en algún momento las encontraré.

Cuéntanos de las Monteleone.

Me gustaban las D’Angelico, en esa búsqueda encontré a John Monteleone y le escribí un mail (cuando comenzó la época los correos electrónicos, ¿2000? ¿2001?), el me envió un catálogo de sus guitarras y bueno, lo primero que pensé al ver la lista de precios fue ¨Nunca tendré una de estas¨, entonces simplemente dejé pasar la idea.

Luego estaba alistándome para ir a NYC y John Pisano (quien vivió en Los Angeles y fue un gran mentor para mi), me dijo: ¨Cuando vayas a Long Island llama a John Monteleone, visítalo, el estará feliz de recibirte ¨. Yo pensé: ¨¿En serio? ¿Puedo visitar a John Monteleone, así nada más?

 

Anthony Wilson

Anthony Wilson

 

 

 

 

 

 

 

Al estar allí lo visité, hablamos un día completo sobre guitarras, me dejó probar algunas de las suyas. Debo decir que son muy distintas a las Gibson clásicas, tienen una voz muy específica, las Monteleone son muy diferentes cuando son nuevas a cuando son un poco más antiguas, si pruebas una nueva será completamente distinta a una que tenga 20 años.

Se sienten diferente, el perfil del mástil es distinto pero se sienten muy bien, tienen resonancia, presencia, son instrumentos preciosos, estoy seguro que pueden notarlo sin tener que decir nada.

Le pregunté a John cómo podía adquirir uno de sus instrumentos, me respondió y me dijo que tenía una lista de espera, que probablemente tendría que esperar unos 3 años ya que las construye él solo.

Entonces seguí tocando las que ya tenía, en realidad si el instrumento suena bien y es cómodo para mi, me siento muy bien usándolo, me gustan todo tipo de guitarras.

Dos o tres años después hice la orden para comprar una Monteleone, tuve que esperar algunos años hasta que eventualmente llegó.

Esa es mi guitarra hollow body principal, la tengo hace 20 años, la llevo conmigo a todas partes. No la trato como un bebé, tiene algunas marcas de uso normales. En este punto la guitarra ha crecido en sonido, ¡es fantástico! Siento que estos 20 años han mostrado un desarrollo en la presencia acústica, puedes oírla, sentirla más allá de la electrónica, siento que con el tiempo los instrumentos se conectan contigo, que tu entiendes como sacarle sonido y hay una conexión más profunda, esto más allá de ser cosas que viajan por un cable.

Muchas gracias por tu tiempo Anthony, es inspirador dialogar con músicos como tu, he tenido un tiempo tremendo y he aprendido mucho.

Es con gusto Cris, gracias por invitarme.

Acá la página web de Anthony, no olviden revisarla.

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