Blackstar TV-10

En la Frankfurt Musik Messe de 2007 se presentaba en público Blackstar como una nueva marca de amplificación para guitarra. Unos años atrás unos profesionales de larga trayectoria en el mundo de la amplificación como ingenieros y creativos, habían puesto en marcha el proyecto que entonces desembocaba en una realidad y ahora en la actualidad en una marca consolidada y bien valorada por profesionales y aficionados.

Aquella empresa formada por cuatro músicos y que operaba desde una caseta en un jardín, es ahora una compañía pujante con sede en Northampton, Inglaterra, con unas instalaciones donde residen laboratorios de investigación y desarrollo, responsables del diseño de diferentes líneas de amplificación e innovaciones como ISF (Infinite Shape Feature) y DPR (Dynamic Power Reduction).

Vamos a revisar en este artículo uno de los últimos productos de la marca como es el Blackstar TV-10, un combo de Clase A equipado con 6L6.

El TV-10 se presenta como un amplificador de 10 vatios que prescinde de parte de las características por las que son identificables los Blackstar y que permiten construir tu propio sonido, en base a enfocarse a ofrecer un sonido de inspiración USA con un precio de venta sorprendente.

Esto es un cambio bastante radical para la empresa y que va a tener sentido en función del resultado que consigan y que no es otro que la excelencia en el segmento de loa amplificadores de válvulas más asequibles.

La palabra clave aquí es «simplicidad». Casi todos los demás amplificadores Blackstar, ya sea el Artisan cableado a mano, el ID:Core totalmente digital o el revolucionario St James basado en válvulas, han puesto la flexibilidad en su eje central. Eso ha sido evidente en características que van desde los switches de voice hasta el escalado de potencia, las salidas IR de CabRig e incluso el control ISF de modelado de medios.

Construcción, controles

El Blackstar TV-10 es un amplificador de válvulas de Clase A de 10 vatios de potencia y  dos canales en formato combo con un altavoz  de 12” Celestion Seventy-80. Ello en una carcasa de unas dimensiones de 473 x 421 x 251mm y con 14.7 kg de peso, forrado con un tolex de color crema, asa en la parte superior, rejilla crema y con los controles en la parte superior. Tiene muchas similitudes con el Studio 10 6L6, pero con el boost conmutable por pedal reemplazado por un canal de saturación adecuado y una estética actualizada.

Los controles, sobre una placa negra y con knobs pata de pollo crema son de izquierda a derecha, la entrada de jack, Gain, switch Drive, Tono, Reverb, Master y switches para Standby y Power. Absolutamente sencillo.

En la parte trasera tiene una salida de línea emulada (porque parece que Blackstar simplemente no podía permitir que un amplificador saliera de la fábrica sin algún tipo de solución directa), pero es notable que aquí no hay grabación USB ni ninguna de las funciones CabRig patentadas por Blackstar.

Junto a ella, las salidas para pantallas de altavoces 1 x 16 Ohm, 1 x 8 Ohm y 2 x 16 Ohm, el loop de efectos y para conectar el footswitch incluido de cambio de canal, si te pillas por 50 pavos el pedal de dos interruptores de Blackstar también podrías activar y desactivar la reverb.

 

 

 

 

En uso

Dado que este amplificador está diseñado para ser lo más sencillo posible, no es una gran sorpresa que configurarlo y usarlo sea una tarea fácil. Sin embargo, cuando sacas el TV-10A de su caja, te das cuenta de que no tiene la sofisticada tecnología de transformador de la gama St James.

No hay nada como sacar de una caja un amplificador a válvulas de casi 15 kg para recordarte que el paso de los años deja secuelas.

Con todo configurado a las doce en el canal limpio, obtienes un buen sonido de amplificador Fender con pegada. Quizás haya un poco más de estridencia en los agudos de lo que te gustaría, aunque creo que eso es solo un síntoma de los combos pequeños a válvulas  6L6 estilo Fender, el Blues Junior por ejemplo es igual de penetrante a veces.

Sin embargo obtienes es un rango medio que es realmente agradable a medida que subes el Master Volume y el Drive.

A pesar de que este es el canal «limpio», como un buen amplificador americano, se volverá bastante estridente a medida que lo enroscas todo, mientras conserva  cuerpo y pegada. Si subes todo al máximo si bien sigue siendo un amplificador de válvulas de 10 vatios, es ruidoso.

El canal sucio comienza con un tono levemente crunchy que gradualmente aumenta hasta un crujido que está justo al borde de la distorsión, y que se desborda si estás usando una guitarra con humbuckers potentes.

En términos generales, es simplemente un tono de ganancia más utilizable que el que encontrarías en un Blues Junior con ese canal adicional que ofrece sonoridades sucias a volúmenes más razonables.

Como amplificador de estudio, también cumple con muchos requisitos: suena bien incluso sin los controles atenuados y hay muy poco zumbido o ruido a medida que se aumenta el volumen, lo que lo hace ideal para grabaciones con micrófono.

El altavoz Celestion Seventy-80 se adapta bien a las cosas a medida que subes el volumen y pensando en su influencia americana se traga bien los pedales.

La salida emulada funciona mucho mejor que otras salidas emuladas y salidas de línea que hemos probado y hace un trabajo muy sólido al representar el sonido, especialmente con tonos sucios. Eso sin ser lo mejor de este ampli ya que su objetivo es otro.

Si bien el éxito y el crecimiento de Blackstar durante los últimos 17 años ha sido una de las historias de mayor éxito en la industria de la amplificación durante ese período, gran parte de eso ha sido impulsado por los amplificadores digitales y el extremo más heavy del mercado.

El TV-10A es un recordatorio de que Blackstar es mucho más que eso y, cuando quiere, puede lanzar un amplificador de válvulas sencillo y «clásico» que puede competir fácilmente con nombres más importantes del mercado.

Will Martin