Catalinbread STS-88

Después de haber adquirido más flangers de los que la ley debería permitir, Catalinbread se encerró en su laboratorio para analizar precisamente el funcionamiento de este efecto. Lo que surgió fue el  Catalinbread STS-88: una verdadera carta de amor al flanger.

Se estudiaron unidades de todo tipo, desde los omnipresentes Boss HF-2 y EHX Electric Mistress hasta piezas más exóticas como Effectron ADM256 y MXR Flanger/Doubler. A altas horas de la noche, en un frenético vaivén de pedales, Catalinbread descubrió que envolver un flanger en una reverberación cavernosa funcionaba muy bien.

Tomando nota de que esta combinación inmaculada sufría ruidos extraños, se agregó un noise gate suave para eliminar el ruido inherente a la guitarra y el ruido del reloj LFO. El resultado es un flanger extremadamente musical que suena como una extensión de su instrumento, pero que también puede despegar cuando se aplica un poco de overdrive de cualquier tipo por delante.

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