Comins Guitars GCS-1

En los últimos años las guitarras específicamente orientadas a los músicos de jazz más contemporáneos han ido tomando un camino que aún estaba por recorrer. La reducción del tamaño y del peso para hacerlas más cómodas de tocar y fáciles de transportar es un hecho.

Muchos luthieres especialistas en este tipo de instrumentos para jazz han incluido en sus catálogos algún modelo que cumple con esas especificaciones como por ejemplo Benedetto, Harrison, Moffa o Schottmueller por citar algunos.

Por otro lado es necesario comentar que no estamos hablando de instrumentos de precio bajo al ser realizados manualmente, muchas veces por encargo, con técnicas constructivas que llevan tiempo en su desarrollo y componentes premium que nos conducen inevitablemente a guitarras que no son accesibles para todos.

En ese sentido y buscando una solución para ampliar mercado, uno de estos luthieres como es Bill Comins, ubicado en Philadelphia, en 2010 decidió como maniobra comercial algo que se ha hecho por la mayoría de marcas mayores del sector y no es otra cosa que en colaboración con un fabricante de Corea, llevar al mercado una guitarra semi-hollow de nivel profesional pero de precio asequible. Esto se materializó en la Guitar Craft Series y en su primer modelo que ha sido la  Comins GCS-1.

Las guitarras se fabrican por lotes y después en el taller de Bill en USA pasan por un ajuste final antes de ir a su destino, realizando así un exigente control de calidad.

Aquí vamos a revisar el modelo Comins GSC-1 de esa serie, así que vamos con ello.

Comins GCS-1

La GSC-1 es una guitarra semi-hollow con bloque central, se presenta en un estuche rígido TKL, pesa 3.3 kg, se siente ligera y cómoda cuando estás de pie o sentado, no cabecea.  Los acabados se ven trabajados, no hay restos de laca, las piezas que se ven en el interior también están bien lijadas y sin residuos de cola. El acabado tanto del mástil como del cuerpo es glosseado, en esta unidad el color es Vintage Blond y también se encuentra disponible en Tangerine Burst, Violin Burst, Autumn Burst y Black.

Pala, mástil

La pala muestra el perfil propio de Comins estilizada con el centro desplazado, sobre ella un veneer negro donde se ve el logo de la marca y la placa que tapa el acceso al alma lleva grabado el nombre del modelo. Presenta un clavijero Wilkinson tres a cada lado, con una relación de transmisión 19:1 muy suave en su manejo y que aguanta la afinación con precisión. La pala al igual que el mástil y la parte posterior del cuerpo, presenta un binding ivory/black que a su vez en la parte del cuerpo frontal suma algún listón más.

La cejuela es de hueso, mide 43 mm y la longitud de escala es de 24.75”

El mástil es de Eastern Mahogany, el perfil es en “C” Medium, el acabado gloss y el hecho de que esté contorneado hace que la mano se deslice con facilidad y a su vez el cutaway facilita el acceso a los trastes de la zona de mayores agudos. Sobre él se instala un diapasón de palorrosa, parece que está teñido para igualar su aspecto y muestra una longitud de radio de 12”, bastante plano. Aloja 22 trastes Medium Jumbo y los marcadores de posición son dots perlados en los lugares habituales.

 

Cuerpo, electrónica

El cuerpo está realizado en madera de Eastern Mahogany, presenta una tapa de dos piezas de arce flameado, el acabado deja ver la veta de la madera, y la trasera es de sapele también laminado al igual que los aros laterales. La guitarra es chambered, de ahí que sea tan ligera, los agujeros en “f” dejan ver la parte interior bien acabada. También incluye un bloque central al que va a atornillado el puente y que le da a este estabilidad a la vez que evita los posibles acoples propios de las guitarra hollow body cuando tocas a volúmenes altos.

Las dimensiones son de 14 5/8” en el ancho inferior y solo 15/8” de profundidad lo que la hace más estrecha que una 335 por ejemplo, algo que incide en su comodidad.

El puente es tipo ABR y el cordal un Tune-O-Matic, esta configuración es similar a las empleadas por Gibson en Les Paul ó 335. El hardware es cromado y la entrada de jack lateral, algo que en las guitarras chambered es interesante porque evita los posibles accidentes que suceden al pisar el cable de jack y que pueden fastidiar la tapa.

Monta un set de pastillas humbuckers Kent Armstrong Custom Wound, son el resultado de las pruebas que realizaron Bill y Kent conjuntamente sobre la guitarra para ver con que specs funcionaba mejor. Tienen una salida alta más que unas Classic 57 o Lollar Imperial por citar dos ejemplos, algo que le da viveza a la guitarra. Se seleccionan desde un switch de 3 posiciones.

Los controles son dos de volumen y dos de tono, en configuración clásica, el control de tono de la pastilla de mástil es push/pull de manera que pone ambas pastillas en single-coil, aumentando la paleta sonora de la guitarra.

En uso

La GCS-1 viene bastante bien ajustada con una acción baja, desenchufada ya proporciona un sustain importante, algo que crece cuando la conectas, una acorde supera los 7 segundos hasta que decae por completo. Suena con uniformidad de volumen en todo el diapasón y los bendings a pesar de la acción tan baja no se ahogan en ningún momento.

Suena bien equilibrada en ambas pastillas, con claridad y buena definición, desde los tonos redondos y dulces del mástil a los más punchies con su punto de twang de la del puente, encierra un buen monto de sonoridades que sumadas a las que proporciona en modo single-coil le dan una gran versatilidad al instrumento. Esto le va a permitir ser eficaz en un buen número de estilos desde jazz, blues o fusion a rock clásico.

En conclusión la Comins GCS-1 es un instrumento muy de batalla, versátil, con buenos acabados, buenos componentes y cómodo de tocar que refleja la pasión de Bill por poner un buen instrumento en manos del guitarrista. Aunque no es fácil porque no tiene una distribución muy amplia no debes dejar de probarla la GCS-1 si tienes ocasión.

José Manuel López