Eric Sardinas en concierto
Minutos antes de la aparición del guitarrista sobre el escenario, era fácil comprobar que el público de Eric venía con ganas de pasarlo estupendamente, pero también de no perderse ni un detalle. Los amplificadores Rivera de Eric, así como el escueto set de pedales que utiliza en directo (un simple pedal de wah wah) fueron objeto de atención para sus seguidores, en su mayoría guitarristas.
Entre aplausos, Eric Sardinas y los Big Motor (Levell Price, bajista y Bernie Pershey, batería) subieron al escenario para empezar con una dosis de energía de blues y rock concentrados. Ataviado tal como todos le recordamos (con su sombrero y sus pantalones de campana) y armado con solamente dos instrumentos en escena (un dobro en Re abierto y otro en Sol), Eric se ganó al público en décimas de segundo. Tras unos pocos fraseos, era fácil de imaginar para cualquiera que Eric Sardinas no es un guitarrista como los demás. Eric se mueve dentro de su propio idioma, en el que se ha hecho con un arsenal de recursos propios.
Eric juega constantemente con el nivel de saturación y los acoples mediante el control de volumen de sus dobros, coloreándolo todo con su pedal de wah wah. Así, aquella noche, pudimos escuchar sonidos clásicos de slide, combinados con otros que se acercaban al efecto electrónico de un whammy.
“Down to Whiskey”, “Devil’s Train”, y otros más actuales como “Gone to Memphis” y “Find my heart” fueron los temas que fueron demostrando que la fusión entre estructuras clásicas del blues y los grooves de batería de rock pueden dar como resultado temas excelentes. Durante las casi dos horas de concierto, Eric nos transportó de un extremo a otro, mostrando su vertiente más eléctrica y saturada y llegando también a apagar casi por completo la amplificación, oyendo únicamente el sonido acústico de su dobro y su voz, todo por el mismo micrófono. El público guardó durante esos instantes un silencio sepulcral, demostrando así el enorme respeto que genera este gran guitarrista.
Con una química con la audiencia inmejorable y un esfuerzo notable y constante por implicarlo en el desarrollo de la actuación, el concierto resultó una experiencia memorable: tanto por el espectáculo acrobático al slide del guitarrista como por la sólida base proporcionada por Big Motor.
Para los que no hayan asistido, deben saber que fanaticguitars planea organizar durante las siguientes semanas más conciertos del mismo interés para los amantes de la guitarra: Living Colour, Koma, The Eyes y muchos más. ¡Recomendado!
Miky Vega
Fotos: Eduardo Hinarejos