Fender Excelsior

La serie Pawn Shop de Fender, tanto para guitarras como amplificadores,tiene su origen conceptual en cómo serían las guitarras y amplis que podrías encontrar en una tienda de empeño si Fender los hubiera fabricado en esa época –años 50-60-, cosa que obviamente no hizo. Pero basándose en esa conjetura nos podemos encontrar en la actualidad con dos amplificadores de guitarra que pertenecen a esa serie, el Greta y el Excelsior.

Ambos reúnen una serie de caracterís­ticas estéticas y de sonido que entron­can directamente con los años 50-60. En este artículo vamos a echarle un vistazo al Excelsior. Es inevitable que su aspecto estético llame inmediatamente la atención porque tanto por su forma, sus dimensiones y su acabado, re­sultan ser poco convencionales. Nos encontra­mos con un guiño de Fender a los años de la lla­mada ‘guerra fría’ donde todos los productos se fabricaban con consistencia y un buen tamaño, desde los automóviles a los electrodomésticos.

Construcción

Centrándonos en el amplificador, se obser­va un aparato en formato combo bastante só­lido y robusto, acabado en un vinilo marrón y con unas dimensiones de 53,3 cm de alto 49,5 cm de ancho y una profundidad de 22,9 cm. Un asa metálica y de tolex marrón en la par­te superior, es idónea para desplazar los 15 kg de peso de éste. La parte delantera forma parte de la misma carcasa de madera y está abierta por tres bandas de rejilla que forman una ‘E’ de grandes dimensiones, un escudo con el logo de Excelsior completa el frontal.

La parte trasera está totalmente abierta y se puede ver en la parte de abajo del chasis el tranformador y las válvulas de potencia, en este caso dos 6V6 que se hayan ‘enjaula­das’ para una mayor protección y refrigera­ción. En la parte superior se encuentra los controles del amplificador y las válvulas de previo dos 12AX7A. En el espacio intermedio destaca un altavoz Special Design Speaker Excelsior de 15” y una impedancia de 8 Oh­mios, una dimensión que posiblemente hace referencia a los amplificadores para acor­deones de la época que montaban unos co­nos de esas medidas.

Controles

En la parte posterior, abajo encontramos un switch para encender el ampli, la toma de corriente y el acceso al fusible. El resto de controles los hayamos en la parte superior, de manera muy escueta y de izquierda a de­recha tenemos el led que nos marca el en­cendido, un potenciómetro para el control de la velocidad del circuito del trémolo, un mini-switch para darle un realce de brillo/oscuri­dad, un potenciómetro para el volumen y tres entradas de jack para guitarra, acordeón o micro, cada una de ellas con un circuito op­timizado de forma individual. Eso es todo lo necesario y a la vez suficiente para gobernar este Excelsior.

Sonido y conclusiones

Es evidente que encontrar tu sonido en un ampli como este no es tarea complicada aunque requiere un poco de juego con las posibilidades que ofrece, las diferentes en­ tradas ayudan a ello puesto que en realidad van disminuyendo la ganancia cada una de ellas, por lo que se adaptan mejor a diferen­tes pastillas. En un amplificador con estas características, con pocas posibilidades de ecualización a priori, es interesante jugar con las posibilidades de los potencióme­tros que ofrecen las guitarras, porque van a tener un papel importante si se quiere. A nosotros nos gusta el tono que proporcio­na, no tiene un headroom de limpio grande, si le aprietas el volumen a partir del cuatro empieza a romper, con un tono áspero, pero el limpio a volúmenes bajos es muy boni­to. No tiene la ligereza de un Champ o un Deluxe, no va por ahí el Excelsior, cuando satura larga un fuzz suave y con el volumen a tope se vuelve rockero para tocar ZZ Top y sonoridades similares. El trémolo funciona muy bien durante todo el rango de volumen, con una definición correcta y el interruptor de bright le da un realce a las frecuencias más agudas que si en algún momento sue­nan demasiado presentes, se puede regular con el pote de tono de la guitarra como co­mentábamos antes.

Si te apetece un ampli con tonos de los 50 pero con la estabilidad y fiabilidad que da el hecho que sea nuevo, con un look impresio­nante, no dejes de probar el Excelsior, seguro que te lo llevas a casa.

José Manuel López