Fender G-DEC 3
Teníamos muchas ganas de poder disponer de este amplificador, a cuya presentación en sociedad asistimos hace un par de meses, como comentábamos en el anterior número de Cutaway. Bien es cierto que aunque ver a Raimundo Amador manejarse con el G-DEC 3 resulta interesante, queríamos tenerlo en nuestras manos, sin prisas, para poder confirmar las expectativas que nos había generado esta novedosa creación de Fender.
El amplificador en cuestión es una herramienta diseñada para que la práctica que conlleva el aprendizaje necesario para tocar la guitarra, se convierta en una experiencia agradable y satisfactoria, de hecho las siglas G-DEC (Guitar Digital Entertainment Center) son significativas. Vamos a chequear el G-DEC 3 Thirty.
El ampli tiene la clásica estética Fender como punto de partida, el tolex negro rizado cubre un sólido mueble de madera, en la parte superior lleva un asa para facilitar el transporte, la parte posterior es cerrada, pesa 12,5 kg. La parte frontal con la tradicional rejilla cromada Fender y el logo en la parte superior izquierda. El frontal incorpora los controles con el tipo de potenciómetros habituales en la marca y otros de estética más moderna, luminosos además de un display que aportan el aspecto más novedoso.
Controles
En la parte frontal y de izquierda a derecha nos encontramos con los siguientes: lo primero la toma para conectar el jack del cable que une a la guitarra, a su lado un potenciómetro Guitar Tone que ajusta el tono de la guitarra sin afectar al sonido del grupo o la entrada auxiliar. Después tres botones para pulsar, Start-Stop para accionar la canción o quitarla, el nombre aparecerá en pantalla, conectado al software Fender Fuse permitirá modificar y adaptar todos los parámetros de amplificadores y efectos, Quick Acces, que permite cambiar el tipo de fichero y la ubicación de las pistas del grupo y un Tap-Tuner que conecta el afinador y un tap tempo para los efectos de modulación. Debajo de estos tres se encuentran tres más para grabar y reproducir o sobreponer frases.
A su lado una pantalla nos va indicando todo lo que ocurre en G-DEC 3 y bajo de esta una serie de teclas programables cuya función va apareciendo en pantalla.
Llegados a este punto es necesario resaltar que ésto, tan farragoso de escribir, resulta muy sencillo e intuitivo cuando jugamos con el amplificador.
Continuando nuestro recorrido por el panel nos encobramos con el Mando que nos permite elegir y cambiar los presets, hay hasta 100 diferentes. Bajo de él una tecla Save que se iluminará cuando realizamos algún cambio o ajuste en el preset y que nos dejará guardarlo y nombrarlo a su lado una última tecla Exit-Utility, pulsando una vez volveremos al modo Play y manteniendo pulsado dejará importar presets o consultar la memoria utilizada.
El software Fender Fuse nos permite estar conectados con cualquier usuario de G-DEC 3 y compartir nuestros presets, nuestros temas, de manera global. Esto ofrece unas posibilidades de conexión difíciles de creer.
Por último, dos potenciómetros de los clásicos en los amplis Fender ajustan el volumen
del tema así como los de entrada auxiliar y el otro el volumen general. Una serie de entradas para tarjeta SD, USB y auriculares acaban la descripción del panel frontal.
En la parte posterior esta vez de derecha a izquierda, una entrada para guitarra (ideal para dar clase o tocar con un amigo), una entrada aux mini para conectar el mp3 o un reproductor de CD y se puede ajustar el volumen de entrada. A su lado una entrada para footswitch y un poco más allá salidas de línea en estéreo. Una toma de corriente con fusible y un botón de encendido son los últimos controles del G-DEC 3.
Sonido y conclusiones
El amplificador suena bien, muy bien, dentro de lo que se puede esperar en una herramienta de práctica. La autenticidad de los sonidos es impecable, tal vez por el hecho de estar grabados por músicos reales, por artistas de diferentes estilos musicales todos ellos de primera línea, parte de la responsabilidad de ello es también el altavoz de 10” y tweeter de alta frecuencia que incorpora el ampli.
Otra de las sensaciones interesantes es lo bien que empasta el sonido de la guitarra -seteada para cada preset por defecto- en cada canción, con la posibilidad adicional de buscar los ajustes que nos apetezca. Pasado el G-DEC 3 por una PA el ampli se abre ganando presencia y manteniendo ese punto orgánico impropio en un amplificador digital.
Teníamos ganas de probar este G-DEC 3 y desde luego ha cubierto las expectativas que teníamos sobre él sobradamente, en cuanto a sonido y prestaciones. Estamos ante un ampli de práctica verdaderamente revolucionario y que se puede convertir en un compañero de estudio y de grabación perfectamente complementario a nuestro amplificador principal. No dejes de probarlo si puedes… te sorprenderá.
José Manuel López
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