Gibson Les Paul AFD Slash Signature

Situándonos en un momento donde los pantalones elásticos, los pantis y los sombreros puntiagudos estaban de moda, Slash y Guns n’ Roses salvaron el Rock recuperando esa actitud del cuero y algunos patrones Heaveys de guitarra. En 1987 con el lanzamiento del disco “Appetite for Destruction” obtuvieron los niveles más altos de ventas de todos los tiempos con 28 millones de copias vendidas en todo el mundo y subiendo todavía y más aun con Riffs de canciones como “Welcome to the Jungle”, “Paradise City” o Sweet Child O’Mine” que dieron la vuelta al mundo en todas las emisoras de radio. Todo esto creado con la herramienta más potente del Rock: Una Les Paul.

Desde sus inicios con Guns N’ Roses pasando por Slash’s Snakepit o Velvet Revolver, en la actualidad en solitario y participado en otros numerosos proyectos, Slash ha continuado personificando ese roc­kero rebelde, generando riffs adictivos llenos de musicalidad y fluyendo toneladas de tono de todos ellos. Todo esto lo ha hecho siempre a través de sus guitarras Les Paul.

Los orígenes, la guitarra original…

Slash grabó el disco Appetite for Destruction en 1986 y hay una gran controversia sobre las guitarras que utilizó para ello. Lógicamente uso Les Pauls pero no eran de Gibson sino de 2 grandes Luthieres locales del momento como son Max Baranet y Kris Derrig. La historia es un poco confusa ya que aparentemente la pre-grabación del disco la hizo con las MAX pero la grabación final la hizo con una Derrig imitación del 59 que el manager de Slash, Alan Niven, le consiguió en la tienda habitual donde compra­ban los instrumentos.

Parece ser que esta es la guitarra con la que grabó el disco entero y de la cual conser­va un par de unidades idénticas a las Les Paul del 59 originales.

En honor al hecho de que Slash ha sido un usuario acérrimo de Les Paul, de que tiene una colección impresionante de las mismas y ha sido endorser durante muchos años, Gi­bson ha decidido sacar al mercado un mode­lo de Les Paul que recrea la Derrig 59 con la que grabó su primer disco: La Les Paul Slash Appetite for Destruction.

Gibson introduce esta guitarra con todas las características originales de las Les Paul Standard de los años 58-60 y las equipa con las famosas pastillas Seymour Duncan Alnico II Pro Humbuckers.

La Les Paul AFD es una primera pieza de colección gracias a su tapa de arce flamea­do de grado AAA y su acabado en nitroce­lulosa “Unburst”, potenciómetros Top-Hat, diapasón de palorrosa con las tradicionales incrustaciones trapezoidales y el diseño del logo de la pala de Slash entre otras muchas prestaciones como el puente Tone Pros Tune- O-Matic y la cejilla de alta densidad de Corian.

Esta guitarra se deja tocar de una forma na­tural con una resonancia increíble gracias al mástil de una sola pieza de caoba con el perfil del año 60 que es el favorito de Slash. Compa­radas con otras Les Paul da la sensación de que el mástil es muy fino.

A continuación vamos a hacer una descrip­ción más detallada de todas y cada una de las partes de la guitarra.

Cuerpo y Acabado

Como comentábamos anteriormente esta guitarra viene con una tapa de arce flameado de grado AAA encolada al cuerpo con una cola especial Franklin Titebond 50. La combinación de caoba y arce es la típica de Les Paul y hace que esta guitarra tenga mucho cuerpo pero al mismo tiempo nos da ese ataque y brillo tan bonitos de las Les Paul.

La AFD sigue exactamente las medidas y di­mensiones de las Les Paul estándar originales. En el cuerpo de caoba encontramos los 9 aguje­ros típicos que Gibson viene realizando en todos sus modelos USA desde 2005 con el fin de ali­gerar el peso de las guitarras. Aparentemen­te esto no afecta demasiado al tono y hace que la guitarra sea mucho más cómoda.

La guitarra está acabada en nitroce­lulosa mediante un proceso que replica el proceso de acabado original de las Les Paul de los años 58-60. Como las Les Paul de hace 50 años el acabado de esta guitarra se ha realizado sin “añadidos” en un esfuerzo por producir un acabado que encaje con la guitarra y que resalte su resonancia natural.

El acabado de la tapa es realmente bonito aunque tras observar varias AFD podemos de­cir que los flameados de las tapas de arce pue­den ser muy variables en intensidad e incluso algunas de ellas pueden tener algún nudo en la madera normalmente inapreciable.

Al igual que en los sombreados originales de hace 50 años a la AFD se le ha dado un trata­miento de tinte para oscurecer las vetas de la madera recubierto con pulimento nitro con un alto nivel de brillo. El color Cherry de la tapa que se empleaba en los modelos vintage ha sido eliminado dejando tan solo el color ámbar. La parte trasera tiene un acabado en Cherry satinado que le da mucho brillo y viveza. El contraste entre los colores del cuerpo y la tapa son chocantes y le dan un toque muy elegante.

El cuerpo de la AFD nos da una gran clari­dad tonal, definición y sustain fruto de la com­binación de la tapa de arce y la base de caoba. Comparando con otras guitarras notamos que en esta guitarra las frecuencias graves y las agudas están bastante presentes y se nota que el tono es muy abierto y poco comprimi­do. Podríamos decir que es un tono crudo y seco, ideal para rock and roll.

Mástil y Pala

El mástil de la AFD está construido de una sola pieza maciza de caoba de grado A para me­jora de la resonancia. El ángulo de la pala es de 17º como viene siendo tradicional. Este elemen­to de diseño de la guitarra es crucial puesto que aumenta la presión en las cuerdas y ayuda a que se mantengan en los huecos de la cejilla. Ese incremento de la presión hace que haya menos pérdida de resonancia en las cuerdas y que el sustain se reparta más por la madera.

El diapason de la AFD es de palorosa de grado A y los trastes son de tipo Jumbo ideales para realizar bending y técnicas de guitarra de cierta velocidad.

En la unión del mástil y el cuerpo los ángulos de unión y alineación mantienen una tolerancia por debajo del 0.005 de una pulgada, según el fabricante, gracias a las herramientas profe­sionales de unión empleadas. Gibson emplea la conocida unión Mortise & Tenon para en­lazar el cuerpo con el mástil de modo que las 2 piezas forman una unidad sólida.

El logo de Gibson está insertado en nácar en la parte superior de la pala y debajo justo se encuentra serigrafiado el logo con la ca­lavera que Slash mismo ha diseñado.

Pastillas y Electrónica

Las pastillas que incorpora la AFD son una pareja de Seymour Duncan Alnico II Pro Humbucker que son las favoritas de Slash desde siempre y son las pastillas que llevaba la guitarra con la que grabó su primer disco.

Estas pastillas están mejoradas respec­to a las Alnico originales dándoles un poco más de salida y sustain para conseguir mejor el tono de Slash. Los tonos son muy claros y ricos en agudos pero al mismo tiempo se nota el alto sustain que tienen.

Las pastillas están construidas con barras de imán Alnico II al igual que las preciadas PAF originales.

En la posición del mástil el sonido es grueso y cremoso con una calidad que nos recuerda a los mejores tonos Rock/Blues. En la posición del puente la pastilla es más agresiva e incisiva y una respuesta de agu­dos mayor.

Los controles de tono y volumen son inde­pendientes para cada pastilla. En el caso de los volúmenes se utilizan potenciómetros de 300K y en el caso del tono los potencióme­tros son de 500K con condensadores Orange Drop de 0,022mF en los potenciómetros de los tonos para una eliminación natural de los agudos.

El selector de pastillas es de 3 posiciones y como en las Les Paul tradicionales permite seleccionar la pastilla de puente, la de mástil o ambas. El embellecedor y plásticos del selec­tor tiene un color crema vintage.

Hardware

La pala de la AFD incorpora un juego de cla­vijeros Tone Pro Kluson en acabado en cre­ma los cuales le dan a la guitarra ese aspecto clásico y elegante acorde con las guitarras de la serie y un ratio efi­ciente de afinación de 14:1.

El puente empleado en la AFD es el Tone Pro Tune-o-matic (ABR-1) en acabado cro­mado plateado. Este puente provee a la guitarra de un firme asentamiento a las cuerdas permitiendo una exacta afina­ción de forma rápida.

Con este puente no sólo se observa que la estabilidad de las cuerdas es per­fecta sino que también influye en la re­sonancia de las cuerdas. La base de este puente es ancha por lo que la superficie de resonancia es mayor.

La barra de sujeción de las cuerdas es cro­mada y dispone de un cierre especial de bloqueo para evitar que cuando realicemos un cambio de cuerdas la barra quede suelta y pueda golpear la tapa.

El alma interna del mástil sigue la forma acampanada de siempre y está cubierta en plástico blanco y negro.

Un detalle que nos parece importante es que no lleva golpeador. Esta es una de las exigen­cias de Slash ya que en todas sus guitarras quitaba el golpeador porque estéticamente le gustaban mucho más así.

Los botones de los potenciómetros son de tipo Top-Hat y disponen de números indicado­res en color blanco. El color de estos botones es de un dorado transparente y tienen un as­pecto muy vintage.

Accesorios

La AFD viene con el estuche actual de Gib­son con forro de color negro exterior y con fel­pa en blanco en el interior. Adicionalmente el estuche dispone de el logo de Slash personali­zado impreso sobre la tapa delantera.

Dispone de una llave de tipo allen para el ajuste del puente Tone Pro y manual de ins­tracciones y certificado de garantía Gibson. También incorpora un juego de cierre de se­guridad de extracción por presión de la marca Dunlop como los que utiliza Slash en todas sus guitarras.

Conclusiones

Nos encontramos ante una guitarra de la serie USA con una buena relación ca­lidad/precio, un sonido inmejorable y componentes como pastillas, electrónica de primera calidad. Nos gusta sobre todo el sonido y la comodidad a la hora de tocar con ella y el aspecto general del color y deta­lles de la tapa.

Demos de sonido en Cutaway 18

Pepe Rubio