Guild A 150 Savoy

No es muy habitual que lleguen a estas páginas revisiones de guitarras con una orientación específica jazzera, posiblemente porque los guitarristas de jazz son  minoría por lo que el estilo implica de conocimiento de la armonía y la técnica. Sin embargo las guitarras arch top más clásicas de este estilo son un poco los Cadillacs en el mundo de la guitarra.

Su época más popular se podría situar alrededor de la década de los 50s aunque no han dejado nunca de tener su espacio en el mercado.  Una de las marcas más populares constructora de este tipo de guitarras es sin duda Guild Guitars, que no solo destaca en su propuesta de guitarras acústicas, en la guitarra jazz también tiene su hueco.

Por otro lado en Guild vienen actualizando el catálogo permanentemente recuperando algunos de sus modelos clásicos lo que nos lleva a abordar la Guild A-150 Savoy, que no es sino una réplica de la “vieja” Guild  X-150, surgida en 1954 junto a la Manhattan X-175, como una respuesta a la Gibson ES 175 en ese momento. Hoy tiene características diferentes.

La versión de 1955 que incorporaba el tailpiece tipo arpa en lugar del Waverly  y  con pastillas Guild S1 humbucker, en lugar de la DeArmond flotante que propone ahora la marca norteamericana, tal vez sea la versión más parecida a la que vamos a revisar.

La Guild A-150 Savoy pertenece a la Newark St. Collection, se presenta en dos acabados Antique Burst y Blonde y viene en un estuche Deluxe Hardshell.

 

 

 

 

Construcción, pala, mástil

Estamos frente a una guitarra encolada, de aspecto elegante, en acabado glosseado, ligera y bien balanceada. Al ser una guitarra de caja puede resultar algo incómoda para los que no estén habituados a un cuerpo de este tamaño, sin embargo te adaptas rápidamente en cuanto llevas un rato tocando.

La pala es tipo open book con “centro elevado” que se introdujo en 1962, el logo es la modificación que se presentó en el 55 y es el que se ha usado hasta la actualidad. Muestra la ornamentación Chesterfield con la columna toda blanca que se implementó a su vez durante la década de los 70. Como vemos todo un eclecticismo presente.

El clavijero de 3 clavijas a cada lado que presenta es un Grover® Sta-Tite, con el mecanismo al aire, afina con suma eficacia.

La cejuela es de hueso y tiene una anchura de 43 mm.

Pasamos al mástil, este es de 3 piezas caoba/arce/caoba con una forma vintage de “U” suave, el acabado gloss sumado al perfil hace que sea muy confortable cuando tocas, tanto si ejecutas acordes como si fraseas. Sobre él un diapasón de palorrosa con un radio de 9 ½” y con 20 trastes Narrow Jumbo. El trabajo de trastes es bueno, no se ven aristas, están bien alineados,  no hay zonas oscuras en el diapasón etc.  El acceso al alma de doble acción es por la pala.

 

 

 

 

Cuerpo, electrónica

La guitarra es hollowbody  con cutaway inferior y con tapa sólida arqueada de abeto,  agujeros en “f”, con aros y trasera de arce flameado. Se ve con un look muy elegante a la vez que austero, sin florituras que recarguen su aspecto.

No incluye bloque central, vestigio de cuando no se amplificaban las guitarras y necesitaban una buena caja de resonancia. Esto a bajos volúmenes no es significativo pero a volúmenes altos las frecuencias graves hacen vibrar la tapa generando feedback, así que hay que orientarse fuera del radio de acción del bajo para evitarlo. Por otro lado tampoco es una guitarra pensada para interpretar músicas agresivas, no es ese su terreno favorito pero hay que tenerlo en cuenta.

La guitarra monta una pastilla DeArmond  1000 “Rhythm Chief” Floating Archtop Pickup, con imanes de Alnico V y una salida de15.4 k. Este tipo de pastillas las incluían las archtops de la época desde Gibson a D´Angelicos… otorgan un sonido. La DeArmond es una pastilla flotante single-coil que va sujeta al lateral de la base del diapasón por la parte superior, lleva un único control de volumen instalado en el pickguard, tiene un recorrido verdaderamente largo.

Esta clase de pastilla, que no necesita afectar a la tapa para captar su sonido, es fundamental en las sonoridades de las archtop más clásicas, manteniendo el tono natural y acústico de las maderas y entregando sonoridades orgánicas.

Por último presenta un puente de palorrosa compensado sobre una base también de palorrosa. El cordal en arpa se sujeta al lateral de la guitarra.

 

 

Conclusiones

La Savoy es un magnífico instrumento, una guitarra perfecta para tocar jazz, ejemplo de una época dorada como fueron los 50s-60s y con la que puedes interpretar swing, cool, west coast o hardbop. Viene con un 0.12 en la prima y no se hace dura de tocar, afina perfectamente acordes con voicings complejos y se frasea con ella con soltura. Un instrumento impensable hace 25 años por el  precio de venta que tiene cercano a los 1000 euros. En el siguiente video puedes ver cómo suena, si buscas algo así la decisión es tuya.

José Manuel López