Guild D-40 Traditional

Mark Dronge, hijo del co-fundador de Guild Guitars Alfred Dronge y actualmente presidente de DR Strings, insistió en implementar la fabricación de los modelos dreadnought para añadirlos a la ya popular línea F- Style. Los primeros modelos con esa forma fueron los “Dreadnought D-40” y “Dreadnought D-50” aunque pronto los nombre de los modelos fueron cambiados por “Bluegrass Jubilee” y “Bluegrass Special” respectivamente, por lo visto en Guild no les gustaba usar la palabra dreadnought en los nombres de los modelos que aparecían en su catálogo.

La D-40 ha sido tocada por músicos tan dispares como Pat Metheny o Bruce Springsteen lo que da idea de su versatilidad y la adaptación de su sonido a tan distintos contextos musicales.

La Guild D-40 ha vuelto a fabricarse recientemente en la factoría de Oxnard, California y presenta los modelos D-40 y D-40 Traditional. Nosotros traemos la D-40 Traditional a estas páginas en acabado Vintage Sunburst, también se encuentra disponible en acabado Natural.

Construcción, pala, mástil

La guitarra viene en un estuche con humidificador para preservar la madera de cambios de temperatura y humedad y desprende ese aroma propio de la nitrocelulosa. Tiene un aspecto muy llamativo por el brillo de su acabado en un sunburst de tres tonos, su peso es de 2.1 kg y se siente cómoda y manejable, viene encordada con un 0.12 pero no se siente especialmente dura. Buenos acabados, sin restos de barniz, trastes perfectos.

La pala es de forma libro abierto con el centro elevado, muestra el logo “Chesterfield”, denominado así por ser parecido al que aparecía en los paquetes de tabaco de la marca del mismo nombre. Se encuentra ubicado en ella el acceso al alma dual. En la parte posterior un clavijero de mecanismo abierto Guild Vintage Style con un radio 20:1 y palometas de níquel. La cejuela es de hueso y mide 43 mm.

El mástil está construido en 3 piezas caoba/nogal/caoba con un perfil en “C” bastante plano y acabado glosseado, presenta un grip cómodo con en todas las Guild. El diapasón es de palorrosa de India con un radio de 12”. Incluye 20 trastes médium. La longitud de escala de la D-40 es de 25 5/8”. Aquí la guitarra muestra evoluciones respecto al modelo de 1963 que tenía una longitud de escala de 25 ½”, clavijero Grover StaTites o mástil de 3 piezas pero de caoba/arce/caoba, por citar algunas specs históricas.

Cuerpo, sonido, conclusiones

Una de las características de la D-40 es la unión cuerpo-mástil de forma cola de milano (dovetail) frente a la antigua caja y espiga (mortise and tenon) original, proporcionando una unión más estable y precisa.

Las maderas que forman el cuerpo son, tapa sólida de abeto Sitka de alto grado de dureza, la dureza de la madera se mide con la prueba Brinell, que consiste en presionar una bola de acero de 10 milímetros con una fuerza y duración específicas contra la superficie de la madera. La marca resultante permite calcular el valor Brinell. Cuanto más dura es la madera, más alto es este valor. Los aros y fondo de caoba africana. Una combinación típica.

El braceado está realizado con piezas scalloped de Adirondack para conseguir potencia, matices y capacidad de respuesta.

El cuerpo presenta un elegante binding tortoise en la unión de la tapa con los aros y de los aros con la trasera. Es el mismo tortoise empleado para el golpeador.

El puente está realizado en palorrosa de India, monta una selleta compensada de hueso, como también de hueso son los pines para anclar las cuerdas.

Sonando la guitarra destacaríamos sobre todo la respuesta a las dinámicas, suena especialmente clara independientemente del ataque, incluso cuando tocas con mucha fuerza mantiene un buen balance y claridad. Esto permite que puedas interpretar partes con sutileza, alguna fuertes cuando realizas un acompañamiento vocal o un trabajo soleando. No llega a tener el chimey de una D-55 pero si un largo poso sonoro.

Una guitarra de fabricación USA, con perfectos acabados, gran look y sonoridad icónica, por un pvp cercano a los 1800€… toda una tentación que bien puede ser un gran regalo navideño y una acústica definitiva.

José Manuel López