Guild D240 E

Mirando en la historia de Guild recordamos que comenzaron en 1953 su andadura con la fabricación de guitarras eléctricas, inscritas sobre todo en el mercado de las guitarras de jazz la música de moda y en la ciudad de Nueva York el centro neurálgico de la misma. Lo habitual es que ese tipo de instrumentos realizados con maderas talladas en sus inicios tuvieran un precio muy alto y algunas marcas entre las que se incluyen Guild Guitars comenzaron a fabricar empleando arce laminado para abaratar costes de producción.

Dichos instrumentos no solo tenían arqueada la tapa, también la parte trasera, herencia del tipo de construcción clásica de los instrumentos de cuerda. Sin embargo la guitarra aunque no nos lo parezca ha evolucionado mucho en los últimos 50 años a pesar de ser un instrumento relativamente moderno.

En una fase del camino, sobre el 54 cuando Guild empieza a crecer, proponen como parte de su catálogo guitarras acústicas flat- top las F-30, F-40 y F-50 que incluyen una parte trasera arqueada.

Este tipo de acústicas tienen un aspecto clásico y la misma ergonomía que una “no-archback”, sin embargo son bastante más ligeras puesto que al tener la trasera arqueada no incluyen un braceado interno en la misma, a la vez que aumentan la proyección del sonido y el volumen del mismo. De alguna manera homenajeando a estos modelos Guild ha incluido en la Westerly Series una línea de modelos archback entre los que se incluye la guitarra que vamos a revisar: la Guild D-240E.

Construcción, cuerpo y mástil

La D-240E es una guitarra con el cuerpo en forma dreadnought, el perfil más clásico en acústicas, la tapa es de sitka spruce de madera sólida, los aros laterales y la trasera son de caoba en una de las combinaciones clásicas en guitarras acústicas. Las uniones entre estos elementos tienen un binding crema en plástico ABS. El cuerpo incluye un braceado en “X” con las piezas “scalloped” y el acabado en mate.

El puente es de palorrosa, la selleta compensada es de hueso y los pines para sujetar las cuerdas son de plástico color marfil con unos puntitos negros en el centro. El golpeador para proteger la tapa, el clásico tipo tortoise.

Esta archback monta un sistema de amplificación a través de una pastilla, este es el Guild AP-1 que incluye dos ruedas una para volumen y otra para controlar el tono, ubicado en la tapa y al que se  accede por la boca de la misma. La entrada de jack se sitúa en el pin donde enganchar la correa.

El mástil de caoba presenta un perfil en “C” Slim, confortable al tacto y cómodo para desplazarse y en el grip. Sobre él un diapasón de palorrosa con un radio de 16”, perfecto para tocar acordes. El alma es dual. La pala a su vez es de tipo libro abierto y las clavijas de afinación unas Guild estilo vintage con el mecanismo abierto.

Sonando y conclusiones

Lo primero y más destacable es la ligereza de la guitarra, se siente cómoda y como buena dreadnougth está pidiendo que ataques con fuerza en strumming y efectivamente responde como se espera, con un sonido bien focalizado, redondo y completo. No se echa de menos frecuencias y tiene un volumen poderoso junto a un buen sustain. Resulta blandita de tocar, es una guitarra perfecta para acompañarse con ella rasgueando, ahí está su punto fuerte. Manifiesta un fondo sonoro rico y completo. Como siempre en guitarras lo mejor es probarlas por uno mismo y más tratándose de una acústica, así que ya sabes, a tu tienda favorita.

Mientras tanto te dejamos un video grabado para este artículo y te vas haciendo una idea.

José Manuel López