Kiko Loureiro clinic en Barcelona

En la antesala de la tienda, una multitud de guitarristas hacían cola para poder asistir a la lección magistral de Kiko Loureiro. Tras un retraso debido a un problema técnico de sonido que, por suerte, fue solventado con efectividad, uno a uno los asistentes pudieron acceder a la parte posterior donde ya nos esperaba Kiko, armado con su guitarra Tagima y un par de amplificadores Laney. Afable y comunicativo, Kiko bromeó advirtiéndonos que trataría de realizar el clinic hablando en español, lenguaje que domina más que correctamente, y prosiguió con un simpático “¿Toco alguna y luego hacemos preguntas?”.

Dado que hubo a partes iguales repertorio y explicaciones técnicas, no fueron pocos los temas que tuvimos la oportunidad de degustar durante la estancia de Kiko en Barcelona. Comenzó con su tema “Escaping” de su disco “No Gravity”, para seguir con “Ojos verdes”, de su segundo trabajo. Sin embargo, los sonidos heavy metal de temas como “enfermo”, tuvieron más presencia que la vertiente jazz-fussion, también de gran relevancia en el currículum de este impresionante maestro de las seis cuerdas. Pero eso sí, en un caso y en el otro, pudimos ver toda clase de piruetas acrobáticas que se puedan realizar en una guitarra.

En el lado más puramente didáctico del evento, Kiko puso a disposición del respetable todo su conocimiento, respondiendo a preguntas sobre sus influencias, su rutina de estudio, método de composición y elección de técnicas para cada contexto musical. Tampoco se quedó en el tintero el equipo que Kiko utiliza, e incluso sació la curiosidad de algunos de los fans allí presentes hacia su trabajo esporádico con Tarja Turunen, ex vocalista de la controvertida banda Nightwish.

Tal como él mismo nos explicó, la música tradicional brasileña ha formado parte de sus influencias desde sus primeros días como guitarrista. De niño, Kiko estuvo recibiendo enseñanza de guitarra clásica hasta que en la adolescencia empezó a desarrollar interés por la guitarra eléctrica y el rock. Actualmente describe su rutina de estudio como complicada, ya que los numerosos viajes y eventos a los que debe atender como músico profesional, dificultan la regularidad y la comodidad de tener un equipo de prácticas fijo. No obstante, asegura haber encontrado otras formas de mantener un nivel técnico que puede adaptar a su vida en constante movimiento. Nos habló del estilo cooperativo de composición de Angra, alejado del tipo de discos en que ninguno de los músicos coincidió físicamente en el estudio; de la importancia de los ensayos y también de la gran cantidad de nuevas direcciones musicales que su segundo disco le permitió tomar. Incluso hubo tiempo para alguna batallita, como cuando en un directo de Nightwish se vio obligado a tocar un tema con una guitarra en una afinación equivocada, debido a un error del técnico. En absoluto molesto por el fallo, añadió “Es bueno para ejercitar el cerebro”.

Pero ningún clinic de Kiko Loureiro sería completo sin una sección de equipo y técnicas. Hizo una exposición en profundidad del amplificador Laney VHR100, un cabezal de 100 watios de tres canales y multitud de opciones sonoras, cuya potencia y versatilidad quedó demostrada gracias a los fragmentos musicales de diferentes estilos que Kiko interpretó. También dedicó algo de tiempo a hablar de sus guitarras, siendo las ESP y las Tagima (guitarras de luthier brasileñas) las más utilizadas. En la sección de efectos, Kiko utiliza un delay de la marca Zoom para adornar su sonido solista y un pedal de Wha para dar más intensidad a ciertas partes.

En cuanto a las técnicas, la velocidad de Kiko y sus vertiginosos arpegios estuvieron más que presentes. Sin embargo la sección del clinic que atrajo más la atención de los presentes, fue la de los impresionantes tappings con todos los dedos de ambas manos. Basados mucho más en la técnica del hammer-on que en la del pull-off, lo que ayuda a obtener ese sonido inmaculado tan propio de la guitarra shred actual, ofrecían a Kiko la posibilidad de expandir la amplitud de un arpegio cualquiera o hacer sonar emocionante una simple escala pentatónica. Conforme Kiko fue presentando nuevas variaciones y aplicaciones de la misma técnica, quedamos más y más asombrados, ya que en los últimos la complejidad técnica alcanzaba ya niveles elevadísimos.

Tanto por su simpatía como lo que Kiko Loureiro representa en el metal y rock actual (y fusión, no lo olvidemos), no cabe duda que dejó satisfechos los guitarristas que acudieron a verle. Si a ello le añadimos que uno de ellos pudo llevarse a casa un pequeño combo Laney que se sorteaba entre todos los participantes, entonces ya tenemos que admitir que la tarde fue redonda. Una ocasión única para poder ver a un héroe de la guitarra actual en uno de sus mejores momentos.

Micky Vega