Melancon
Es una historia recurrente y que se da en ocasiones. Un guitarrista –algo bastante habitual- va buscando un tipo de prestaciones en un instrumento, tal vez algo que sólo tiene en su interior y que probando todas las guitarras a su alcance que circulan por el mercado, es incapaz de conseguir. Esta situación que en mayor o menor medida nos pasa a todo el mundo, le ocurrió a Gerard Melancon.
La solución en su caso fue construir su propio instrumento de manera artesanal, ese es el principio de Melancon Guitars, desde ahí a la actualidad hay un recorrido y un enfoque que nos cuenta en exclusiva Mr. Melancon.
¿Cómo y cuándo comenzó tu afición por la música y, en especial, por la guitarra?
Empecé joven tocando la guitarra ya que crecí en una familia bastante musical. Mi abuelo, Naree´ Melancon, era un violinista Cajun y mi padre, Richard Melancon, toca guitarra, mandolina y pedal steel. Cuando tenía 10 años mi padre comenzó a mostrarme acordes de country y western. A esa edad yo no quería tocar country, lo que quería era tocar rock´n´roll después de escuchar el primer disco de ZZ Top.
¿Cuál fue tu primera guitarra?
Mi primera guitarra fue una Kay Stratocaster. Lo que recuerdo de ella es que era una 3 tone sunburst muy dura de tocar.
Tienes antecedentes familiares músicos: tu abuelo y tu padre. ¿De qué manera influyeron en ti?
Mi abuelo tocaba el “fiddle” así que no era una influencia real. Para cuando yo comencé a mostrar interés en la música, él era muy mayor y ya no tenía ese deseo de tocar. Recuerdo haberle escuchado tocar, pero por aquel entonces yo no tenía interés. Mi padre fue el que me introdujo, aunque cuando él me intentaba enseñar acordes de country y western yo prefería jugar a baseball y football. Entonces escuché ZZ Top y todo cambió. Yo era el mayor de tres hermanos, así que no tenia ningún hermano mayor que me introdujera en su música por lo que la única música que había en casa era el country de mi padre. Mi padre me enseñaba los acordes, pero yo no era capaz de enlazarlos sin perder el tempo. Recuerdo practicar el cambio de G a C para mostrarle a mi padre que verdaderamente podía hacerlo. Esa sensación del deber cumplido es la que inició mi interés y a día de hoy aún perdura.
¿Cuál fue tu primer trabajo profesional?
Con 15 años me pagaban por tocar en bailes de adolescentes y me divertía mucho. A los 20 estaba girando por los Estados Unidos de manera profesional.
¿Cómo y en qué momento surge Melancon Guitars?
A los 30 comencé a hacer trabajos en el estudio y a reparar guitarras. Dejé las giras y solo tocaba por la zona de New Orleans. En esa época pensaba en mi guitarra perfecta. Debía ser una Strat con una Humbucker en el puente con las mejores partes de la guitarra que siempre he amado. Por aquel entonces no había demasiados luthiers custom y solo podías tener lo que Gibson o Fender ofrecía. Después de un par de años reparando, pensé que quizá podía construirme algo incluso sin haberme preparado previamente para la construcción así que compré algo de madera y decidí intentarlo. Me llevó unos dos meses pero disfruté cada segundo del proceso. Después de llevar esa guitarra a un bolo local, alguien la vio y quiso comprarla. Me lo pensé un poco pero decidí venderla para poder costearme la construcción de otra. Guitarristas de la zona escucharon sobre mi trabajo y me empezaron a hacer pedidos así que durante 3 o 4 años estuve reparando y construyendo unas 4 o 5 guitarras por año. El negocio empezó a crecer, dejé de hacer reparaciones y me centré en la construcción en sí. Melancon Guitars nació en 1999.
¿Qué aportan las guitarras Melancon con respecto a las grandes marcas?
Creo que la mayor diferencia radica en que el motivo que nos mueve a unos y a otros es diferente. Para las grandes marcas, la construcción de guitarras les sirve para crecer como negocio. Puede sonar incongruente, pero yo caí en la trampa y contraté a más empleados para cubrir más pedidos y poder así crecer como empresa. En ese periodo me frustré y comencé a perder interés en lo que hacía. Era solo el jefe y no construía guitarras.
En el 2006 decidí volver al concepto de tienda con un solo hombre. Fue una decisión dura y tuve que rechazar muchos pedidos pero nunca entré en este mundo para comprobar cuantas guitarras podía construir, sino porque amaba construirlas. Prefiero construir 100 guitarras increibles que 10.000 mediocres. El hecho de construir tan pocas me permite ser mas selectivo con maderas y materiales. Elijo las maderas personalmente y rechazo las que las grandes marcas normalmente aceptan debido a los grandes pedidos que deben afrontar. Resumiendo, ellos construyen por dinero, yo por que amo el instrumento.
¿Cuál es tu forma de trabajo? Encargo del cliente, productos estandarizados con características comunes…
Como dije anteriormente, vuelvo a estar solo en la tienda, así que soy la única persona envuelta en el proceso de construcción, excepto el hardware. Tengo la habilidad para construir hardware, solo que no me gusta trabajar con metal así que ese apartado no lo toco. La configuración de mis distribuidores es diferente a la mayoría de manufacturas. Al volver al taller con un solo hombre me di cuenta de mi limitación para construir guitarras en un solo año así que decidí reducir el número de distribuidores. Mantuve 12 en los EE.UU y los distribuidores internacionales. Cada distribuidor recibe una guitarra al mes durante todo el año.
Un distribuidor puede contactar conmigo y hacerme un pedido custom en lugar del pedido de stock que le tocaba para el mes siguiente. De esta manera, la espera de pedidos custom se ha reducido enormemente, normalmente de dos meses máximo. Mi manera de desarrollar guitarras Melancon es la siguiente aunque antes me gustaría añadir que las guitarras que hago están inspiradas en las que me inspiraron a mi cuando crecía. La Pro y la Pro T son una Strat y Tele sin rodeos. El nombre Pro da a entender que son guitarras para ser el caballo de batalla de bolos, ser usada y abusada, como una profesional haría. Los modelos Classic y Classic T son Strat y Tele con tapas para embellecer y diferentes configuraciones. Puedes tener una Strat S-S-H o H-S-H, cualquier configuración es posible. Las Custom y Custom T se dirigen a tonalidades Gibson con cuerpos y mástiles de caoba en su mayoría aunque realmente cualquier madera está disponible. Estos modelos son los que tienes las maderas mas bonitas. También ofrezco las P-90 y P-90 Pro para cubrir los sonidos de la P-90 aunque este modelo solo está disponible en forma de Telecaster con cuerpo y mástil de caoba. El último modelo que se ha añadido al catálogo ha sido el Cajun Gentleman que obviamente ha sido inspirado en el Gretsch’s Country Gentleman.
Está disponible en cuerpo de tele y puente Tone Pros tune-o-matic y Bigsby tremolo. Los micrófonos son TV Jones filtertron. Muchas de estas opciones están disponibles para otros modelos ya que mi principal meta es que mis guitarras se adapten a cada persona en particular, junto con otras opciones como piezos o MIDI. También existen piezas exóticas y varias especificaciones de mástiles.
¿Podría describir brevemente algunos de los mejores productos de la marca?
La Pro y Pro T siempre han sido muy populares, creo que por la calidad/precio que ofrecen otras marcas en el mismo rango de precios. Siendo un pequeño constructor no vas a encontrar tus guitarras colgando en las tiendas. Mucha gente no puede probar mis guitarras antes de comprarlas y las Pro son las primeras que les seducen sin probar de lo que ofrezco. Últimamente la Custom T está muy demandada y las Tele están de moda. La Cajun Gentleman también está siendo popular, pienso que por que no hay muchos constructores que ofrezcan el Filtertron Bigsby.
¿Hasta qué punto influye la madera en el sonido final de un instrumento eléctrico?
Pienso que la madera es el factor más importante de todos para conseguir un buen tono (Añadiría también que los dedos juegan un papel importantísimo). Mucha gente no lo considera así cuando visualizan su guitarra perfecta. Si construyes una guitarra con una madera mala, aunque cambies las pastillas estas no responderán. Leí está frase de un luthier bastante antiguo que decía: “Mientras el árbol está en pie no se hace notar, cuando lo cortas, ¡canta!” Como pequeño constructor tengo la ventaja de poder seleccionar solo la mejor madera.
Las pastillas que montan algunas de tus guitarras también son de fabricación propia. ¿Cuáles son sus características?
No intento reinventar la rueda, todas mis pastillas están basadas en especificaciones vintage. Tengo la fortuna de tener amigos con guitarras vintage de sonido excepcional.
Fueron amables y me dejaron sacarles las especificaciones. Ofrezco pastillas single coil al estilo Strat 50´s y 60´s. Se usan los mismos materiales que en las pastillas vintage, bobinas fibreboard, cables formvar, alnico… La única humbucker que ofrezco está inspirada en la PAF. La pastilla de mástil de la tele está inspirada en la tele del 53. Intento que la Pro T sea un instrumento para Rock más que de chicken picking. También construyo pastillas noiseless. Las P-90 me las proporciona Duncan y también trabajo con Lollar, DiMarzio, Rio Grande o Van Zant.
Los modelos que actualmente fabricas siguen la línea de grandes clásicos de Fender. Sin embargo, a menudo incluyes una tapa de arce al cuerpo. ¿Es sólo una cuestión estética o influye de manera determinante en el sonido?
Las tapas de arce son visualmente preciosas pero hay diferencia en el sonido. Las tapas acentúan las frecuencias medias/altas sobre las altas y graves. Aunque sea una ligera diferencia, existe. El sonido Melancon se basa en la madera de detrás ya que estamos inspirados en Fender. Recuerdo la primera vez que vi una guitarra con tapa de arce y pensé: “Esto es”.
Nunca me canso de ver una bonita tapa, aunque la simplicidad también es bella.
¿Cómo definirías el sonido de Melancon Guitars?
La mejor descripción sería: Sonido vintage que prevalece sobre un sonido moderno. He escuchado a muchos guitarristas destacar como vibra el instrumento sobre sus cuerpos al tocar.
¿Cuál es la personalidad de los instrumentos Melancon Guitars?
Si creo que tengan personalidad propia. Creo que hay una parte de mí que va a parar a cada instrumento. Soy amigo de muchos luthiers de los EE.UU y admiro su trabajo, aunque hay mucho nivel entre ellos, se puede ver diferencia entre cada uno de ellos. Mucha gente me pregunta que hago diferente al resto y solo tengo que ser honesto y decir que utilizo un don para construir guitarras, no hay nada místico en ello, solo intento contruir la mejor guitarra que puedo hacer.
¿Qué músicos han confiado en tus trabajos?
Probablemente conoceréis a Alberto Barrero, muy buen guitarrista. También tengo a Brad Whitford de Aerosmith con el que llevo 7 años. Hace poco construí una Pro en Dakota Red para Mark Knopfler. Hay una larga lista de guitarristas de estudio como Shane Theriot que ha tocado con Neville Brothers, Sonny Lallersted, Lee Ann Rimes, los miembros de Yes y la lista continua.
Oscar Aranda
Traducción: Agus González-Lancharro
0 comentarios en
Deja tu comentario