Nik Huber Orca review
En este número queremos presentaros la Nik Huber Orca del segmento de los instrumentos denominados “de boutique”. Nik Huber es un constructor de guitarras alemán que ha cobrado mucho protagonismo en los foros de internet (en especial en los estadounidenses) en los últimos años.
Destaca por la construcción de guitarras de una calidad excepcional, tanto en lo que se refiere a la elección de las maderas como a la calidad intrínseca de la construcción del instrumento.
Esta marca, que se creó en 1996, se dio a conocer con la serie de instrumentos denominada Dolphin. Estos instrumentos pueden entenderse como una variación del concepto PRS, debido principalmente a la combinación de maderas escogidas (caoba para mástil y cuerpo y arce para la tapa) y la forma del tallado de la tapa (con unas curvas muy pronunciadas) aunque el cuerpo tenía una clara inspiración al de una Telecaster.
La pala, en la primera serie de estos instumentos se asemejaba bastante a las que utiliza la marca Musicman con una distribución de clavijeros asimétrica 4×2.
En las nuevas series (denominadas Dolphin II) la pala se ha modificado y ha pasado al tradicional sistema Les Paul de clavijero simétrico 3+3 y ligeramente inclinado.
Los sistemas constructivos varían en función de las distintas series, aunque predominan los mástiles encolados y las tapas talladas de maderas con una veta muy vistosa.
No obstante, Huber incorpora en su catálogo guitarras con acabados más discretos (como la serie Standar que utiliza para la tapa arce normal y colores sólidos), como la serie Bolt-on (que tiene el mástil encolado) o la serie Junior (la más sencilla del catálogo, que tiene la tapa planta y monta una única pastilla tipo P90 en la posición del puente).
En la serie Dolphin sobresale el modelo Redwood, denominado así por emplear en la tapa del cuerpo esta exótica variedad. En este caso el cuerpo es semisólido y como extra es posible encargar los instrumentos con el Pack Snakewood que incluye el diapasón de esta madera y la tapa para la pala y las palometas de los clavijeros a juego.
Otro de los detalles interesantes de esta marca son los marcadores de posición de los trastes, unos bellos delfines compuestos por varias piezas de nácar y ábalon que añaden un extra de calidad al ya de por sí lujoso instrumento.
Además del modelo Dolphin que acabamos de describir, Huber hace unos años añadió un modelo denominado Orca de clara inspiración Les Paul.
Construcción
La calidad de construcción de este instrumento es sobresaliente. El cuerpo y el mástil están hechos de caoba, con diapasón de palorosa brasileño.
Las palometas de los afinadores son de madera y en la pala se haya taraceado un delfin de nácar y ábalon.
El cuerpo tiene una tapa de arce flameado en un bello acabado atigrado marrón claro. La parte trasera del cuerpo está acabada sin color y las tapas de la electrónica y del selector de tres posiciones son de madera.
Lleva herrajes de seguridad y el puente es un Tone-Pros.
Los marcadores de posición son unos puntos de ábalon (detalle que nos ha gustado poco al lado de los bellos delfines que pueden verse en otros instrumentos pero que, por motivos legales, no pueden incorporar en las guitarras que distribuyen en los Estados Unidos).
De todos modos, entendemos que una Les Paul siempre queda más elegante con unos marcadores trapezoidales o rectangulares y que la imagen de los marcadores circulares no es la apropiada para este tipo de instrumentos.
Electrónica
La electrónica de esta guitarra ha sido modificada por su actual propietario que nos cuenta que, “de serie” el instrumento montaba un juego de pastillas Haussell y que para su gusto, con estas pastillas la guitarra sonaba más moderna y por este motivo sustituyó las pastillas por un juego de Fralin Humbuckers.
Estas pastillas, que son distribuidas en España por AFJ Guitars, están diseñadas especialmente para mantener un sonido single-coil de gran calidad si perder ese timbre Humbucker clásico por el que las pastillas Fralin son conocidas. El juego que monta esta guitarra es de 9.5 K en el puente y 8.5k en el mástil y tienen un bonito acabado cebra.
Al tacto
El tacto de la guitarra es difícilmente mejorable. Tiene un peso reducido y, aunque conserva la ergonomía de este tipo de instrumentos, no tiene todos sus defectos (peso, difícil acceso a los trastes altos, etc).
El zoque del instrumento está tallado de una forma clásica en esta marca, facilitando el acceso a los trastes altos.Tiene un grosor de cuerpo inferior a lo esperado en una Les Paul clásica lo que disminuye el peso y es un alivio para nuestras espaldas. El mástil tiene un suave perfil en “V” en los primeros trastes que evoluciona hacia una “C” en el traste 12. Es poco grueso y es fráncamente cómodo.
No está acabado a la “Nitro” por lo que el mástil no tiene ese tacto “pegajoso” que a tanta gente molesta. Realmente es una gozada tocar con este instrumento.
Sonido
En cuanto al sonido nos encontramos con una guitarra de personalidad propia. Con un sonido muy abierto y de carácter rockero.
No suena tan densa como una Les Paul y es que las diferencias en cuento al grosor del cuerpo y el resto de detalles constructivos -que hacen que este instrumento tenga una ergonomía muy superior a las Les Paul- consiguen a su vez que el sonido se aleje un poco del concepto tradicional de Les Paul.
Por lo tanto, este instrumento no satisfará a los amantes del concepto Les Pauls clásico ya que, aunque constructivamente es superior, en cuanto al sonido, el resultado se aleja bastante de lo que uno busca en una guitarra de este tipo.
No estamos diciendo que el sonido sea peor, tampoco decimos que sea mejor, es simplemente que el sonido tiene un carácter propio con un timbre mucho más abierto, menos nasal y más rockero.
Las Les Paul tradicionales tienen un timbre mucho más denso y medioso, mucho menos versátil que el timbre que nos da la Huber. Esta guitarra tiende a sonar ligeramente hueca de medios, algo curioso teniendo en cuenta que es una guitarra construida básicamente de caoba.
Desconocemos el timbre que tendría el instrumento con las pastillas de origen (las Haussell) aunque después de probar el resultado con las Fralin entendemos los motivos que llevaron al propietario a hacer este cambio.
El sonido tanto en modo humbucker como en modo single-coil es muy bueno (con los matices que hemos expuesto anteriormente).
Sorprende especialmente el sonido single-coil, ya que no habíamos escuchado hasta la fecha una pastilla doble que sonara tan bien en este modo.
Conclusión
Nos encontramos con un instrumento de una calidad excepcional, pero también un precio bastante elevado que lo alejará de muchos bolsillos. Entendemos nosotros que este instrumento no debe verse como una variación del concepto Gibson Les Paul, sino más bien como una variación del concepto PRS. Creemos que le unen más similitudes a esta segunda marca que a la primera.
La guitarra tiene unas innovaciones que gustarán a todos aquellos que no les gustan las Les Paul clásicas, ya sea por su peso, como por su mala ergonomía o su tacto pegajoso. Esta guitarra resuelve todos estos problemas consiguiendo un instrumento que es una delicia de tocar.
Sin embargo, los amantes del timbre Les Paul clásico, denso y nasal no quedarán satisfechos con este instrumento cuyo sonido se aleja bastante de este concepto.
El sonido de la Orca es mucho más versátil, es más abierto, respira mejor y más natural, esas no son las características que uno busca, normalmente, al buscar una Les Paul , puesto que no le son propias.
Quizás la opción de un grosor “fat” en el cuerpo sea la solución, pero con mayor grosor perderíamos parte de la comodidad que este instrumento posee.
En definitiva nos encontramos que la Nik Huber Orca es una guitarra de primera línea pero no resuelve el problema de la búsqueda de una Les Paul, que suene a Les Paul y que no tenga los problemas de éstas.
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