PRS SE Silver Sky

John Mayer ha estado bastante asociado a Fender a lo largo de su carrera. Ha utilizado algunas Stratos vintage y también ha tenido algunos modelos signature dentro de la Artist Series y de la Custom Shop en donde John aportaba sus especificaciones para conseguir el sonido blues-rock que le caracteriza.

La relación entre John Mayer y Fender no terminó demasiado bien, dejando el guitarrista de usar la marca.

Un artista como Mayer es una imagen codiciada porque puede ser un buen prescriptor y rápidamente encontró otro fabricante con quien establecer una relación y aquí aparece Paul Reed Smith y por ende el primer modelo bajo las specs de John.

La PRS John Mayer Silver Sky original llegó en 2018 con tres de las pastillas single coil 635JMR co-diseñadas por Mayer buscando un sonido uniforme.

Presentaba un mástil de arce en forma de “C” con diapasón de arce o palorrosa y radio de 7 1/4” estilo vintage, cejuela de hueso, cuerpo de aliso, clavijero de bloqueo y puente trémolo de seis selletas. Muy cercana a una Stratocaster de primeros 60 en sus características.

Un buen instrumento con un precio alto siendo de serie y por otro lado una controvertida aproximación de PRS a la Stratocaster.

Casi necesariamente poco después PRS lanzó la SE Silver Sky para hacer un modelo más accesible que resultó un éxito de ventas muy importante llegando a vender en Reverb durante el 2022 más unidades que Stratos la propia Fender.

Ahora  vamos a revisar la PRS SE Silver Sky.

Construcción, pala, mástil

La guitarra viene en una resistente funda de transporte, es de construcción atornillada y está encordada con PRS Classic 10-46 y con un atractivo acabado Stone Blue, que parece una mezcla del Seafoam Green y el Daphne Blue clásicos de Fender.

Los acabados se ven correctos y el ajuste como se espera de una PRS. Esta unidad pesa 3,6 kg sintiéndose ligera. El instrumento se siente realmente bien contra el cuerpo, perfectamente equilibrado en la correa y muy cómodo.

Esto pinta bien para una guitarra que cuesta menos de la mitad que su hermana, veremos donde se ha ahorrado para conseguir esto, más allá de su construcción en Indonesia.

La pala es la habitual en PRS pero invertida, por lo incongruente que pueda parecer a primera vista contribuye a una sensación mucho menos rígida de las cuerdas de lo que se espera de una escala de 25,5 pulgadas.

Presenta un clavijero de estilo vintage (de bloqueo en su hermana mayor) aún así se siente suave, práctico y en la base frontal de la pala se ubica la placa que cubre el acceso al alma PRS de doble acción.

La cejuela es de hueso sintético, siendo de hueso en su hermana mayor.

El mástil es de arce, está basado en un perfil vintage que ha sido modificado por PRS para proporcionar una interfaz convincente y fácil de tocar. Su ancho a la altura de la cejuela es de 41mm llegando a 56 mm al llegar al cuerpo. Resulta delicioso al tacto con su acabado satin.

En esta guitarra está emparejado a un diapasón de palorrosa de 8.5 de radio, que alberga 22 trastes médium y en donde los marcadores de posición son los “small birds”.

Cuerpo, electrónica

El cuerpo está construido en poplar (álamo) una madera de grano cerrado. Es muy similar al aliso en el peso y el tono, pero no es tan popular debido al color y dibujo de la veta. En general, es una buena opción para una guitarra de gama media con color sólido.

Tiene los rebajes para el antebrazo y la barriga que facilitan la comodidad al tocar.

Monta un set de pastillas 635JM “S” en posiciones de puente, central y mástil, la S indica su origen indonesio, algo que marca diferencia con la Silver Sky inicial.

El arma secreta de la Silver Sky original también está intacta: el control de tono inferior controla la pastilla del puente. La Stratocaster de Fender no ofrece control de tono para la pastilla del puente.

Eso significa que cuando el sonido en la posición uno se vuelve quisquilloso, no hay otro recurso que bajar el volumen de la guitarra (que en los circuitos vintage también corta los agudos), el amplificador o cambiar las pastillas.

No es así aquí, tenemos un master de volumen y dos controles de tono además del selector de cinco posiciones para las pastillas.

El puente seleccionado es una unidad de trémolo con dos puntos de anclaje y seis selletas. Funciona con suavidad y no entorpece la afinación.

En uso

La conectamos a un Kendrick Black Gold 35 a válvulas, un ampli del triste y recientemente desaparecido Gerald Kendrick, la guitarra no se anda con rodeos: suena muy bien.

Las cinco posiciones muestran un sonido completo, cálido con una respuesta muy rápida. La sonoridad de la guitarra se manifiesta equilibrada y sin saltos de volumen o de timbre al cambiar de pastilla. Es una Stratocaster moderna.

La pastilla del mástil tiene una respuesta particularmente de alta fidelidad, detallada y cremosa. La pastilla central que siempre la tenemos un poco olvidada, aquí solo por ella misma ya vale el peaje de entrada. Ya llegando a la pastilla de puente, que muchas veces es ingobernable, en la Silver Sky el control de tono ayuda a perfilarla, parece más una P90 de baja salida. Hay una redondez agradable al principio de la nota y la articulación se mantiene en todo momento.

Al aumentar la ganancia aparecen tonos perfectos para el pop y el radio de 8,5” hace que los bends, el vibrato y esos pequeños micro-slides que tanto molan en el neo-soul salgan con alegría.

Los modelos signature siempre son un poco rechazados porque están concebidos para el artista en cuestión y por muy fan que seas no siempre coinciden las especificaciones con los gustos personales. Aún así la PRS SE Silver Sky puede ser una opción principal porque lo tiene todo para serlo ¿por qué no?

José Manuel López