Revista de Guitarras

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T-Rex Tonebug Phaser, Chorus + Flanger

Hace algunos números comentábamos el lanzamiento al mercado de una nueva serie de pedales por parte de la compañía danesa T. Rex. Su filosofía era trasladar la calidad de sonido de las series superiores de la marca, en formato sencillo y con un precio asequible. Al parecer, esta apuesta ha encontrado respuesta por parte del público, ya que la familia de efectos de la serie Tonebug no ha dejado de crecer. En esta ocasión, vamos a centrarnos nuestro análisis en dos nuevos modelos, el “Phaser” y el “Chorus + Flanger”.

Hace algunos números comentábamos el lanzamiento al mercado de una nueva serie de pedales por parte de la compañía danesa T. Rex. Su filosofía era tras­ladar la calidad de sonido de las series supe­riores de la marca, en formato sencillo y con un precio asequible. Al parecer, esta apuesta ha encontrado respuesta por parte del público, ya que la familia de efectos de la serie Tonebug no ha dejado de crecer. En esta ocasión, vamos a centrarnos nuestro análisis en dos nuevos modelos, el “Phaser” y el “Chorus + Flanger”.

Ambos efectos comparten la filosofía de sencillez, minimizando el número de controles de los pedales. Así, nos encontramos dos po­tenciómetros de control y un único interruptor que permite activar distintos modos de sonido. El formato de los pedales es ligeramente más pequeño que el de la serie superior y vienen construidos en aluminio inyectado, con una tapa de plástico para la introducción de la pila en la cara inferior.

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Phaser

Sus dos controles nos permiten modificar la velocidad de la modulación (“Rate”) y la profun­didad del efecto (“Depth”). Con estas simples herramientas podemos conseguir desde su­tiles efectos ambientales hasta unas cotas de bizarrismo sonoro bastante elevadas. Sin irnos a los extremos, el pedal destaca por un tono dulzón y muy envolvente, fácilmente insertable en casi cualquier pasaje rítmico y con una pre­sencia suficiente para dar ese toque tan carac­terístico a las partes solistas. La oscilación de la fase de la señal no alcanza la profundidad de un Univibe, pero se acerca lo suficiente a ese sonido tan Hendrixiano que muchos tene­mos en mente. En nuestra opinión, el efecto rinde con mayor soltura a la hora de trabajar acompañamientos y pasajes rítmicos, donde una buena selección de la velocidad empleada puede conseguir texturas muy interesantes.

El interruptor situado entre los dos poten­ciómetros permite seleccionar dos modos de trabajo (“Modern” y “Vintage”). El primero de ellos ofrece un tono ligeramente más afilado y crujiente, mientras que el segundo recuerda el clásico sonido Univibe. La diferencia entre ambos modos parece centrarse en un ligero cambio en la forma de la onda de la oscilación. Una sutiliza que multiplica por dos las posibili­dades del efecto.

Como conclusión, cabe resaltar que este “Pha­ser” no arrastra uno de los clásicos defectos de muchos de los circuitos de este tipo. El aumento o descenso de volumen al activarlo. Parece que el buffer que incorpora el efecto está perfecta­mente ajustado para mantener una relación 1:1 con la señal original, por lo que no aparecerán diferencias en la señal total al activarlo/desacti­varlo. Un minipunto más a sumar.

Chorus + Flanger

El “Chorus + Flanger” cuenta con los mis­mos controles generales (“Rate” y “Depth”), mientras que el interruptor nos permitirá se­leccionar entre “Chorus” y “Flanger”. Al pare­cer, en el desarrollo del circuito los ingenieros de T.Rex se han centrado en la réplica del so­nido típico de los 80´s, década “culpable” del boom del “Chorus” (para bien o para mal). En ese sentido, se han acercado bastante al ob­jetivo ya que el sonido ofrece ese ligero matiz metálico característico. En mi opinión pura­mente personal, prefiero un chorus que ofrez­ca un tono más orgánico… pero es bastante frecuente encontrarse con usuarios que bus­can específicamente este tipo de sonido, por lo que vemos muy razonable que los técnicos de T.Rex hayan decidido seguir esa vía.

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Al igual que ocurría con el “Phaser”, los con­troles nos ofrecen un rango de combinaciones más que amplio (recomendamos no trabajar con el “Depth” al máximo si no quieres que tus amigos empiecen a regalarte laca para el pelo) con el que podremos obtener efectos muy suti­les que permitirán engordar el tono de nuestra guitarra de forma sencilla y efectiva.

Cuando pasamos al modo “Flanger” nos en­contramos con una divertida herramienta de destrucción sonora. Trabajando a bajas veloci­dades (control de “Rate” al mínimo) podemos disfrutar de una envolvente fácilmente recono­cible y que permite obtener texturas muy inte­resantes. Si aumentamos la velocidad, nos en­contramos con un torbellino ruidista que hará las delicias de más de uno.

En conclusión, una forma asequible de ac­ceder a un par de sonidos muy interesantes a la hora de ampliar tu paleta de texturas so­noras. En mi opinión personal, el “Phaser” es ligeramente superior en cuanto a resul­tado tonal, pero ambos son más que intere­santes y pueden cumplir perfectamente en cualquier pedalera.

David Vie

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