Two-Rock Studio Signature
Al hablar de Two Rock nos viene a la cabeza alguien que ha hecho famosos estos amplificadores como es John Mayer. De hecho personalmente cuando pensamos en ellos solo nos viene a la mente ese sonido limpio y denso ligeramente comprimido que nos recuerda tanto a los Fender clásicos de de toda la vida.
No es necesario nombrar demasiado a Two Rock por la trayectoria acumulada pero para los que no conozcan la marca deciros que estamos hablando de una compañía americana fundada en 1999 por Bill Krinanrd y Joe Mloganoski. Este último tenía una larga experiencia como guitarrista de más de 42 años tocando en múltiples formaciones locales, pasando también por el mundo de la electrónica donde creó su propio negocio de reparaciones durante 13 años hasta que conoció a Bill.
Bill es un gurú de la electrónica y la amplificación a válvulas y durante más de 45 años ha fabricado amplis a válvulas hifi y ha diseñado modificaciones en circuitos de amplificadores y guitarras que posteriormente han sido copiadas por otros.
Esta marca se ha centrado sobre todo, como hemos comentado antes, en la creación de amplificadores de altísima calidad, con componentes de primera, todos ellos cableados a mano y punto a punto lo cual garantizan el éxito en el producto como llevan muchos años demostrando con las diferentes series signature John Mayer, Matt Schofield o Eric Gales por mencionar a algunos y por supuesto otra larga lista de usuarios famosos que han usado o usan estos amplificadores.
Two Rock, ha tenido siempre como leitmotiv la creación de amplificadores que empasten perfectamente con el instrumento que se les enchufa.
Ya situados vamos a ver el amplificador que nos ocupa hoy que no es otro que el Two-Rock Studio Signature.
Two-Rock Studio Signature
Es cuestionable a día de hoy la necesidad de tener un amplificador a válvulas de 100 vatios que era el estándar en tiempos pasados, muchas marcas son conscientes de esa evolución en el mercado y llevan tiempo incorporando a su catálogo cabezales y combos de menor potencia, en ese sentido describen el modelo como una versión de menor potencia del Classic Reverb Signature, pero más pequeño, más portátil y que produce 35 vatios con un par de válvulas de salida 6L6.
Controles
Los controles se han simplificado, con potenciómetros cónicos personalizados y sin interruptores push/pull. En cambio, hay tres interruptores de refuerzo de frecuencia ubicados en el panel frontal, justo al lado del ecualizador de tres bandas. También hay un control de presencia, junto con ganancia y master y una reverb de muelles.
En el panel posterior, hay un control de envío de reverb que establece la señal recibida por el tanque. Está ahí para proporcionar diferentes tiempos de caída y características tonales.
Junto a eso hay un interruptor de estructura de ganancia de tres posiciones (Blackface, Traditional Two-Rock, Schofield Signature), conexiones para el loop de efectos y tres salidas de altavoz para cuatro, ocho y 16 ohmios.
Para la prueba lo hemos conectado a una pantalla Two-Rock Black Bronco, abierta y que monta un WGS 12-65: la versión de Warehouse de un Celestion G12-6.
En uso
Two-Rock describe el Studio Signature como un amplificador limpio y versátil. La palabra clave aquí es «limpio» porque el concepto de versatilidad es distinto para según quién. Aun así, la afirmación de Two-Rock tiene cierta justificación, porque ofrece muchas posibilidades para ajustar con precisión la respuesta de frecuencia y la sensación dinámica si lo empujas con algún overdrive de gama alta.
Por otro lado Studio Signature obviamente produce tonos saturados con clase, aunque para ello es necesario tener el amplio bien caliente, es decir, esto se debe a que los controles master y de ganancia realmente no funcionan de la manera esperada. El pote de ganancia no es un control de amplio alcance que lleva el Studio Signature de limpio a crujiente y el master no está destinado simplemente a controlar a la bestia. Si deseas que este amplificador se sature, ambos deben configurarse bastante alto y eso significa mucha tralla.
Chequeamos el headroom poniendo el master a tope y subiendo poco a poco la ganancia y con una guitarra con single-coils empieza a crujir pasando un poco de las nueve (marcada en el reloj) algo que no parece mucho margen de maniobra para algunos.
A continuación, bajamos un toque el master y compensamos la caída de volumen aumentando la ganancia. En lugar de obtener un aumento inmediato de overdrive, encontramos que el control de ganancia ahora puede avanzar más allá de las 10 en punto antes del inicio de los sonidos overdrive y el impulso de medios que lo acompaña hace que el tono sea más gordo y ligeramente más suave.
Operando los ajustes de estructura para ver que hacen, con la configuración de Matt Schofield Signature se pone de inmediato en overdrive, la Blackface suena la más limpia de las tres. La Traditional Two-Rock se adapta mejor a las pastillas single-coil, es un poco más fuerte, más claro y con una respuesta más dinámica.
La forma en que los controles de tono funcionan e interactúan con los interruptores de refuerzo de frecuencia es clave para lo que es el Studio Signature. Aunque es fácil de operar y entender, claramente hay algo de sofisticación aquí. Debido a que el tono central del amplificador es tan bueno, los controles de tono no están ahí simplemente para ayudarte a marcar un sonido utilizable. Brindan variaciones aparentemente infinitas de claridad cristalina y excelencia refinada, porque donde sea que los coloques, encontrarás tonos maravillosos.
La combinación del modo Schofield con mid-boost es la forma más fácil de convencer a Studio Signature para que sature. No hace metal, pero si suena un overdrive claro y suave con un sustain impresionante y con un buen número de armónicos. Desafortunadamente, solo lo obtiene con los controles master y de ganancia bien activados.
Por último el Two-Rock el Studio Signature suena igual de bien con pedales de overdrive, algo que claramente se intuía.
Will Martin
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